Shakira ha puesto en marcha el ventilador y está desatada. La cantante colombiana está exultante después de su último hit, que ya se ha visto 135 millones de veces en YouTube, una auténtica barbaridad. Hagan números e imaginen el pastizal que eso ha supuesto para sus bolsillos. Shakira se está haciendo de oro, todavía más, gracias a su canción, que más bien parece una sesión de diván en un psicoanalista, donde raja lo más lindo sobre todo quisqui: su ex Gerard Piqué, la nueva novia de este, Clara Chía, y la madre del exjugador y hasta hace poco, suegra suya, Montserrat Bernabéu. Su colaboración con Bizarrap lo está petando de mala manera, todo el mundo habla de lo mismo desde hace seis días... Y lo que te rondaré, morena. Porque si nos pensábamos que los gestos de Shakira dedicados a Piqué acababan con la publicación de la canción que todo el mundo canta, íbamos apañados.
Después de decir todo lo que le dice en la canción, todo aquello de suegra, Casio, el Twingo, los tipos como tú, te sal-pique, Clara-mente y el resto de juegos de palabras de niño de P3, Shakira no se ha quedado aquí. Justo el día que estalló la bomba y todo el mundo oyó la canción, también salía a la luz que la colombiana tiene un objeto, una figura, en el balcón de su casa. Una bruja mirando en dirección a la casa de sus suegros, especialmente a ella, de quien por lo que se ha visto, no guarda buen recuerdo. Más cosas: reporteros constatando que en casa de Shakira, el fin de semana, no paró de sonar la canción de marras una y otra vez, con sonido alto, a todo trapo. Bueno, esta y las anteriores, la trilogía anti-Piqué, con Te felicito y Monotonía. Y la guinda del pastel, el vídeo de la fiesta en su casa donde Shakira y unas amigas y amigos, como el ex jugador del Barça Patrick Kluivert, con Shakira cantando eufórica el Quédate de Bizarrap, precisamente, con Quevedo.
Shakira está desatada, pero cuando nos pensábamos que la cosa quedaba aquí, que se estaría tranquila unos días, acabamos de ver unas imágenes que demuestran que acaba de dar un paso más allá. La gran protagonista de los últimos días ya no se corta un pelo a la hora de mostrar el dolor de muelas que le supone la familia de su expareja, el mal rollo más que evidente con los padres de Piqué, Joan Piqué y la mencionada Montserrat Bernabéu. Después de cantar públicamente para millones de personas de todo el mundo que 'Me dejaste de vecina a la suegra, con la prensa en la puerta y la deuda en Hacienda', Shakira pasa a la acción, todavía más, dispuesta a hacer todo lo posible para que esta vecina que no soporta, no la vea ni por casualidad. Lejos de disimular con los abuelos de sus hijos, lejos de tratar de ser conciliadora, después de la bruja podríamos decir que ha llegado el akelarre.
Porque ahora, Shakira, quiere levantar un muro que la separe no solo espiritualmente de sus exsuegros, como ya hace tiempo que pasa, sino también, físicamente. Y no es ninguna metáfora. Un muro, literalmente, para separar su casa de la de los padres de Piqué, viviendas que están la una al lado de la otra, conectadas por algunas zonas en común. Tal como informan en El Periódico, ya que de momento no se marcha a Miami por el delicado estado de salud de su padre, está dispuesta a que si se tiene que quedar muchos más días aquí, no vea el rostro de sus exsuegros ni en pintura. Así se explica la hormigonera que estaba en casa de Shakira, preparada para alzar la separación física definitiva entre la colombiana y los padres de Piqué.
Shakira, desatada. Podríamos decir que con este gesto se entierra del todo su recuerdo y su rabia hacia Piqué..., pero tratándose de ella, ya no nos atrevemos a decir que esto sea el punto y final.