La vida de Shakira desde hace unas semanas ha cambiado como un calcetín. Desde que ella y Gerard Piqué partieron peras, la cantante colombiana vive en una permanente desazón para resolver la situación, especialmente con respecto a los hijos en común de la pareja, Milan y Sasha. Se ha dicho de todo, y lo que se seguirá diciendo, sobre la ya expareja más mediática del país: que si es una ruptura definitiva e irreconciliable, que si volverán a estar juntos, que si ella ha mandado construir un muro para separar la casa que tienen y sus padres y suegros, que si se marchará a vivir a Miami, que si se llevará a los hijos, que si el jugador del Barça también irá a vivir allí para estar cerca de ellos, que si el catalán tiene una nueva pareja, que si a Shakira la ronda un famoso actor de Hollywood, que si..., que si...
Últimamente, sin embargo, las informaciones que llegan indican que las aguas se han calmado una pizca, que han vuelto a hablar con la bendición de sus abogados, que buscan acuerdos para evitar procesos judiciales largos y farragosos que complicarían todavía más la exposición mediática. Mientras tanto, y también en clave judicial, Shakira no acepta ningún acuerdo con la Fiscalía en España sobre sus cuentas, ya que según acaba de decir en un comunicado, "La cantante confía plenamente en su inocencia y, por lo tanto, no acepta una conformidad. Shakira y su equipo consideran que este caso constituye un total atropello a sus derechos, ya que siempre ha demostrado una conducta impecable, como persona y contribuyente y una plena disposición de solventar cualquier diferencia desde el primer momento, incluso antes del proceso penal".
La cantante colombiana está en el foco, todos los ojos puestos en ella y en Piqué. Y si no, que le pregunten al jugador qué le pasó en un partido reciente con el Barça, en Las Vegas, cuando fue abucheado en todo momento que tocaba la pelota por parte del público que asistía al Clásico contra el Real Madrid. Si Shakira ya es una de las cantantes más importantes del planeta con millones de seguidores que la siguen y quieren saber qué hace en todo momento, imaginen ahora con todo el berenjenal de su separación. Probablemente no pueda dar un paso sin que la gente que la va viendo le quiera hacer fotos o grabar con su móvil para ver si hace cara de triste, de contenta, de que se la trae al pairo o de qué, de saber con quien está o deja de estar y cualquier cosa que tenga que ver con su ídolo. Sobre esta cuestión, están circulando por la red unas imágenes impagables de hace veinte años de la misma Shakira poniendo unos ojos como platos al ver unas imágenes en un móvil.
Vemos a Shakira veinte años más joven, cuando una fan le está haciendo una foto con uno de aquellos móviles prehistóricos que tenían tapa... y cámara. De los primeros. "¿¿Eso es una cámara?? Debes estar de coña!! Eso me lo tienes que enseñar...". La chica le muestra la pantalla y ella alucina: "Oh, Dios mío"!. Ella le explica que es "un móvil, pero tiene una cámara". La reacción de Shakira, como si hubiera visto a Papa Nöel bajando por la chimenea llevando regalos: "No te lo puedo creeeeer. Es espectacular", dice mirando la pantalla, como si hubiera visto un espejismo. Tanto, que le coge el móvil a la fan, le va dando vueltas, se lo mira y se lo remira, como los monos y el monolito de 2001, una odisea en el espacio, y le pregunta a la chica de dónde lo ha sacado y dónde lo puede conseguir. Lo mejor, sin embargo, cuando pregunta si estos móviles no se ven en América y hace una premonición, sin saberlo, de lo que vendría después: "Y gracias a Dios, porque imagina a todos los paparazzis así (haciendo fotos)". Y ya, cuando descubre que también puede hacer vídeos, casi se desmaya. Repetimos, año 2002. Vídeo impagable recuperado por un colaborador de El Intermedio, David Pareja:
Sensacional. Y lo que todavía lo es más es que por mucho que hayan pasado 20 años, y ahora aquel móvil haya evolucionado un 1000 por 1000, la que continúa igual es Shakira.