Las especulaciones sobre quiénes son los dos acompañantes de Silvia Bronchalo en Tailandia no cesan desde que YAS verano publicase en exclusiva unas imágenes de la madre de Daniel Sancho durante el fin de semana. La expareja de Rodolfo Sancho y madre del presunto autor del crimen que terminó con la vida del cirujano colombiano Edwin Arrieta no falla en las visitas diarias a su hijo, que se encuentra recluso en la cárcel de Koh Samui desde el pasado 7 de agosto.
Una dinámica que ha mantenido sin falta desde que llegó a la isla y se le autorizó el primer vis a vis, pero que se ve frenada los sábados y los domingos. No está permitido visitar a los presos fuera de los días laborables, algo que hasta ahora solo había supuesto que Bronchalo se mantuviese aislada en su habitación de hotel para mantenerse tan al margen de la vorágine mediática como le fuera posible. Esto ya no es así, y el día a día de la actriz retirada en el país asiático ha cambiado con el paso de los días. Tiene que acostumbrarse a su nueva vida, al menos por un tiempo, y también tiene que empezar a salir para despejarse y desvincularse a ratos de la atrocidad cometida por Daniel en la medida de lo posible.
¿Quién es el hombre que acompaña a la madre de Daniel Sancho?
Ahora, Silvia pasea por un paraíso que para ella no es más que un infierno. Toma café, hace algo de turismo y ha hecho algunos amigos. En un principio, se llegó a rumorear que los acompañantes que las cámaras de Antena 3 habían captado junto a la madre de Sancho eran, en realidad, amigos de Daniel que se habrían desplazado hasta allí para poder visitarlo. La cuestión es que, de acuerdo a la información que aporta la periodista Esther Yáñez en el programa de sucesos Código 10, estos hombres con los que Silvia Bronchalo charlaba animada y sin gafas de sol no son allegados del detenido. De hecho, ni siquiera lo eran de la propia Silvia antes de instalarse en la isla.
La periodista del espacio de Cuatro exponía que uno de ellos es un empresario de origen asturiano afincado en Koh Samui. Regenta un negocio allí, y estaría ayudando a la madre de Sancho con las gestiones de su día a día. Al fin y al cabo, una mano derecha necesaria. No sabemos cuál era el plan a largo plazo de Bronchalo. Viajó sola y se instaló en un hotel, sin saber hasta cuándo ni si se quedaría allí por siempre. Estas personas que ha conocido forman parte de la pequeña comunidad de españoles con presencia en el idílico enclave, y están sirviéndole para poder sobrellevar la situación. Arropada y distraída, su semblante junto a ellos se percibe muy distinto al que deja ver durante sus entradas y salidas del penal.
El enfado descomunal de Silvia Bronchalo durante la última visita a la cárcel
Con o sin amigos en Tailandia, las visitas de Silvia Bronchalo a la prisión de Koh Samui, donde su hijo se encuentra provisionalmente a la espera del juicio, no cesan. Cabe destacar que en la visita del 30 de agosto se habría dado una situación diferencial. Su llegada ya auguraba que algo no iba del todo bien, ya que se ha acercado al penal más tarde de la hora en la que suele visitarlo habitualmente. No sorprenden —ni faltan— las oscuras gafas de sol y una gorra para cubrirle el rostro en la medida de lo posible, pero sí destacan los periodistas enviados que daba un fuerte portazo al taxi.
No sabemos qué habrá pasado durante este último encuentro. Sea lo que fuere, si Bronchalo está sobrepasada por todo lo que ha tenido que vivir en las últimas semanas, es completamente comprensible. Ella misma lo dijo en su primera intervención ante los medios, que "nadie te prepara para esto".