Tamara Falcó lleva un mes regocijándose en la que ha sido una de las lunas de miel más largas de la historia. Parece que tanto ella como Iñigo Onieva preferían seguir ajenos al mundo —si es que alguna vez no lo han estado— y proseguir con una travesía por Sudáfrica en la que se han entregado a la buena vida por completo. Entre rinocerontes, elefantes y otras muchas variopintas especies de la fauna local, los recién casados han desconectado del ajetreo de la gran ciudad en carísimos alojamientos y haciendo todo tipo de actividades para ricos. Lamentablemente, en algún momento tenía que acabar su particular versión de Memorias de África. La marquesa de Griñón ha vuelto a casa, pero tiene muy claro que va a seguir disfrutando de lo que queda de veranito.
Tamara Falcó necesita descansar de su luna de miel
Falcó y Onieva están de regreso en su Madrid natal, pero ojo: esta es solo una parada técnica. Sorprende poco que la hija de Isabel Preysler presente cierta desconexión de la realidad, pero después de esta última aparición pública el chiste se cuenta solo. Pillada por las cámaras de Europa Press mientras envía mensajes en el poyete de una calle peatonal, los reporteros le hacen una pregunta obligada. Más teniendo en cuenta que en más de una ocasión ha referido su intención de alargar incluso más este viaje de novios. "Me lo he pasado fenomenal", dice ahora que la aventura ha llegado a su fin. Le preguntan por Iñigo y lo ha dejado durmiendo. Le preguntan por su familia y dice que ya la ha visto. Le preguntan qué hará ahora y la reacción es surrealista.
"Por ahora, vacaciones" cuenta con su característica pachorra. Que no se diga, no vaya a ser que la ganadora de MasterChef Celebrity se canse un poco. "¿Más vacaciones?", le bromean los reporteros allí presentes. Ella lo tiene muy claro: "Una cosa ha sido mi luna de miel, y otra son mis vacaciones". Faltaría más.
Se lleva unas buenas memorias de África
Pero es que como no se va a haber cansado la Falcó, si no ha parado quieta. La suya ha sido una experiencia inolvidable de 29 días recorriendo algunos de los tesoros más preciados del continente africano. Experiencia de la que ha querido dejar constancia en todo momento a través de sus redes sociales. Ha publicado muchas fotos y también algún que otro vídeo para que nadie se pierda lo muchísimo que está disfrutando. Hace escasos días que nos deleitaba con una grabación de unos monos saltando por su habitación. Que la habían despertado "unos simpáticos compañeros de cuarto", contaba.
Comprendemos el asombro de la periodista. Y no descartamos que quizás seamos nosotros los que no tienen ni idea de lo que son unas vacaciones de verdad. Ojalá pronto Tamara nos haga un vídeo instructivo, de esos tan suyos, y nos lo aclare de una vez por todas.