Despilfarrar a todo trapo puede pasar factura. Y si no, que se lo digan a Tamara Falcó y a Iñigo Onieva, su recién estrenado marido. Quedamos todos convidados a un recorrido por el grandilocuente verano de los tortolitos, porque para eso solo basta con entrar a los perfiles de las redes sociales de alguno de ellos. Por partes y comenzando por el principio, por lo más sustancial. Después de la brutal infidelidad de él, la marquesa de Griñón terminaba por perdonarlo, olvidar los nanosegundos y los metaversos y mantener su compromiso. La celebración del enlace tuvo lugar en El Rincón el pasado 8 de julio, pero como si la fiesta no tuviera fin.
El indispensable paso consecutivo: la luna de miel. Un formidable —y larguísimo— viaje de boda por Sudáfrica en el que no escatimaron en nada. Lujos máximos, alojamientos de ensueño, comilonas 'gourmet' y los planes más ostentosos. Siempre con la fotito y los 'stories' protocolarios para que nadie pierda detalle de lo bien que lo pasan y del dinero que derrochan. Hubiera sido una lástima perdernos a la hija de Isabel Preysler y su esposo 'el deslices' disfrazados de Indiana Jones.
Paso segundo: las vacaciones después de las vacaciones
Como era de esperar, la cosa no se queda ahí. Después de un mes disfrutando de las maravillas del continente africano, Falcó volvía a su Madrid natal. Que nadie se alarme, que eso no quiere decir bajo ningún concepto que la fiesta de los dispendios hubiera llegado a su fin. Así lo hacía saber la socialité a los periodistas que la pillaban por las calles de la capital. Cuando le preguntaban qué iba a hacer después de tantas semanas de viaje, ella lo tenía claro: "vacaciones".
Las vacaciones después de las vacaciones, con el descanso y la buena vida como hobbies principales. A Sudáfrica le siguieron el romántico París y las islas de Tahití y Bora Bora, en la Polinesia Francesa. De nuevo, instantáneas por doquier, para que todo el mundo esté al tanto de lo a gusto que desayunan, de lo azul que es el mar en el que se bañan, y de los asépticos besitos que se dan.
Un último plan de verano mucho más austero y económico
Lamentablemente, hasta aquí podemos leer en la lista de destinos paradisíacos, ya que los recién casados tuvieron que volver definitivamente a España para poder asistir a la boda de Luisa Bergel y Christian Flórez en Sotogrande el pasado 26 de agosto. Se gira la tortilla, forzados a cambiar el hemisferio sur por el sur peninsular. De cruzar charcos a cruzar la meseta. Una faena.
Los últimos días de estas vacaciones interminables los han pasado retirados en esta zona gaditana que tanto gusta a la élite, pero que poco tiene que ver con los enclaves de los que tanto han presumido durante los meses estivales. De cualquier manera, aunque ya no den para más, parece que se lo pasan fenomenal vayan donde vayan. Está claro que no se cansan de descansar. Ha sido Onieva el que ha recogido en un carrusel de imágenes para Instagram los momentos más destacados de su paso por el sur. Paseos en barco, golf y 'wakeboard', entre otras cosas.
"El final de un verano increíble", ha escrito Iñigo. Y será verdad.