Terelu Campos se recupera poco a poco de la doble mastectomía que le hicieron en octubre para acabar de raíz con el cáncer de mama. La hija de María Teresa Campos ha sufrido un verdadero calvario los últimos meses, después de descubrir que la enfermedad que tuvo en 2012 se había reproducido. La salud de Terelu Campos empeoró muchísimo después de la operación. El tratamiento no acababa de funcionar y los dolores que sentía eran tan intensos que tuvo que recurrir a la morfina.
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Pero la colaboradora de programas de televisión parece que empieza a salir adelante. Ahora, ella misma se abre a hablar del drama de los últimos meses en una larga entrevista a la revista Diez Minutos. La hija mayor de la Campos confiesa que la doble mastectomía ha sido un descalabro psicológico del que todavía se está reponiendo. A Terelu todavía le cuesta sentirme cómoda cuando se mira en el espejo y asegura que, a día de hoy, no puede ni plantearse estar con un hombre: "Sólo el hecho de pensar en desnudarme delante de un tío... no sería capaz". La hija de María Teresa hace cuatro años que está soltera, pero no quiere rehacer su vida al lado de nadie: “He decidido que no voy a tener pareja nunca más. En ese sentido, mi vida se acabó”.
Terelu lo ha pasado fatal las últimas semanas, pero ahora ya empieza a ver la luz al final del túnel: “Definiría estos meses con la palabra ‘calvario’. Ha sido muy duro. Ha habido momentos en los que pensé que no podía con ello. He adelgazado mucho porque no podía ni comer. No me entraba nada en el estómago”. En los peores días de la enfermedad, la hija de la Campos no podía hacer casi nada por ella misma e incluso necesitaba que una amiga fuera a su casa para bañarla. Pero lo peor ya ha pasado y Terelu sólo tiene que pasar por el quirófano una última vez: “Me queda una operación. Es una cosa menor, quitarme grasa del abdomen para ponérmela en el pecho”.
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El cáncer de Terelu también ha tenido repercusión en el trabajo. La más evidente, la baja. Ahora que está casi recuperada, la colaboradora ha vuelto a Telecinco. Pero con pies de plomo: “Cuando volví al trabajo, tenía mucho miedo. No sabía si iba a poder aguantar las cuatro horas de la tensión de Sálvame”. Quien seguro que no teme volver al trabajo, más que nada porque no tiene, es su madre María Teresa, de quien dice que "está molesta porque la gente pueda pensar que ella se ha ido".
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Cierto, no se ha marchado. No le han renovado el contrato y la han echado. "Pero volverá", amenaza.