El gran Txabi Franquesa ha pasado por uno de los podcast que valen más la pena y que hemos recomendado a menudo desde En Blau, el que conducen Ignasi Taltavull y Tomàs Fuentes, La ruina. Allí, el humorista afincado orgullosamente en l'Hospitalet de Llobregat, que no suele morderse la lengua, ha regalado al público asistente una jugosa anécdota. La esencia del programa, ya lo hemos visto otras veces con invitados como Marc Giró (todavía recordamos cuando confesó que se tiró un pedo en un ascensor de un hotel justo antes de que se abrieran las puertas y entrara ni más ni menos que la reina Letizia), es que tanto el público como los invitados VIPS revelen alguna situación comprometida, alguna anécdota ruinosa que haga honor al título del podcast. Así, los invitados y la audiencia buscan en su pasado y revelan algún hecho peculiar, y a menudo, relacionado con la fiesta, que suele ser un terreno que lleva a menudo a la ruina.

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Ignasi Taltavull, Tomàs Fuentes y Txabi Franquesa / La ruina

Lo que ha explicado el cómico, a quien hemos visto en muchas obras, monólogos, programas o películas (monólogos de Paramount Comedy, El club de la comediaSexe savi‘Noche sin tregua’, ‘Caiga quien caiga', ‘Alguien tenía que decirlo’, Versió RAC1 del Toni Clapés, ‘Ocho apellidos catalanes’, ‘Dieta mediterránea', Señoras del (h)AMPA’, ‘Cómicos de barra’, ‘Una boda feliz’, 'Parlant amb Franquesa’, ‘La cocina de los monólogos’, ‘Escocía’...), ha provocado las carcajadas del personal evocando una situación vivida mucho tiempo atrás, en una época de juventud, en la periferia de Barcelona, en un after. ""Hace veintitantos años tuve una época de destrozarte la vida los fines de semana". Ahora ya ha sentado cabeza, pero tuvo una época de salir como si no hubiera un mañana y volvió a casa a las doce del mediodía, "si había que salir, se salía". Sin embargo, "siempre he tenido los pies en el suelo, y yo me podía desmelenar, pero sabía recoger la ropa, era el típico amigo pringao que cargaba con los amigos en el coche al final de la fiesta y les iba dejando en casa".

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Ignasi Taltavull, Tomàs Fuentes y Txabi Franquesa / La ruina

Una noche, "una noche más", salieron de fiesta por la zona, en un after por Castelldefels, "y yo dije: 'Nos recogemos'". Hora de marcharse hacia casa. Hace el recuento de colegas, "hice como la profesora de preescolar, iba contando patitos... y me faltaba uno". ¿Quién? Un amigo que "en esa época adolescente, que tienes conversaciones, novietas, ligues, no se le conocía mucho, no era muy participativo, no sabíamos mucho de su vida privada, era reservado". Franquesa, tirando de metáforas hilarantes, dijo que volvía dentro del local a mirar, "no fuera a ser que le hubiera sentado mal el cachopo de la hora de cenar, quizás está charlando en algún sitio de menos visibilidad". Una época donde no había teléfonos móviles para llamar a la gente. "Subo a los lavabos", era un local con los lavabos arriba, "no fuera que le haya dado un parraquito".

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Ignasi Taltavull, Tomàs Fuentes y Txabi Franquesa / La ruina

"Imagínate los lavabos de un after a las 11 y media de la mañana, aquello era Ángel Cristo y sus leones". Era un lavabo "de aquellos infames, que tienen la part de arriba cortada, que se ve, y un poco la parte de abajo, pero no te podías agachar por el suelo...", "te podías quedar embarazado", apunta Fuentes. Txabi, que aparte de buen rollo y gracia, si otra cosa tiene, es altura, "quería mirar por arriba... Oía sonidos guturales que no era capaz de identificar... y de repente vi una manica agarrada en una puerta, y cierto movimiento, y unos sonidos que salían de allí". Él se acercó, decidido a abrir aquella puerta... "Lo que me encontré, fue muy repentino... El de la 'manica' quedó un poco detrás de la puerta, pero lo primero que vi fue" a su amigo, "mojándose las rodillas en un suelo infecto, pero me llamó más la atención lo que estaba haciendo... estaba comiendo 'flamenquín de cuello vuelto'... Un plano picado glorioso"