Úrsula Corberó se ha ganado, por méritos propios, ser una de las actrices catalanas más internacionales desde hace ya unos años, sino la que más. La de Sant Pere de Vilamajor se convirtió en un icono mundial con su papel de 'Tokio' en La casa de papel. Su cara, vestida con el mono de color rojo, colgaba en las paredes de muchas ciudades del mundo, anunciando la exitosa serie de Netflix.
Pero Úrsula es mucho más que este icónico personaje. La intérprete ha regalado su talento en numerosas producciones, especialmente televisivas, pero también sacando la cabeza en la gran pantalla. En tele, los espectadores catalanes la recordarán de bien jovencita interviniendo en la recordada Ventdelplà, donde era 'Sara', una amiga del personaje interpretado por Nao Albet. Después, vendrían El internado, Física o química o 14 de abril. La República, entre muchas otras. En cine, la hemos visto en ¿Quién mató a Bambi?, Perdiendo el norte o Snake eyes: el origen. Y qué decir de las redes sociales. Una de las instagramers con más seguidores del país, tiene millones de fans que están pendientes de ella, de qué hace, de a dónde va, de encontrar imágenes románticas que funden al personal al lado de su pareja, el actor Chino Darín. Como por ejemplo, la sesión preciosa de fotos que publicó con motivo de su cumpleaños, el pasado enero:
O, como ahora, de mostrar al mundo una de las cosas más nuestras que tenemos en casa, que si no lo son todavía, tendrían que ser proclamados patrimonio de la humanidad. Úrsula, a pesar de pasar buena parte del tiempo fuera de casa, por motivos personales y profesionales, ya que vive fuera de Catalunya, siempre que puede, vuelve a casa y enamora a sus seguidores con algunas imágenes sensacionales. Lo hizo por Navidad, mostrando el Tió más original que se vio por fiestas en una reunión familiar con la presencia de sus abuelas. Y lo ha vuelto a hacer ahora, cuando ha ido a comer uno de los placeres más indescriptibles que se pueden comer en Catalunya. Un trozo de cielo que nace de la tierra y que se moja en una salsa que te hace perder los sentidos. Una obra de arte de la gastronomía y una de las tradiciones más nuestras que tenemos en el país: los calçots. Y como demuestran las imágenes, se ha puesto como el Quico:
Úrsula ha hecho lo que hacía falta, comérselos enguarrándose de arriba a abajo. Nada de aquellos guantes que ahora están lamentablemente de moda en algunos restaurantes, aquella aberración de plástico transparente y finitos: no hay mejor placer que comer calçots ensuciándote las manos como le ha pasado a la actriz catalana. Enseguida, alud de reacciones. Los que conocen la tradición, enamorados, "Visca Catalunya", "Calçots are the best" o "Fucking envidia". Los que no, sorprendidos, como un seguidor que le pregunta "What is that", (qué es eso). Los fans de Úrsula ya se lo han dejado claro. Pero por si acaso, eso es una de las cosas más extraordinarias que tenemos en Catalunya. Visca Valls, Visca los Calçots, Visca Úrsula.