En plena ola de rebrotes por la pandemia de coronavirus, continúa la controvertida cruzada de Miguel Bosé para hacer creer a los ciudadanos que la Covid-19 es un invento del magnate Bill Gates. Una teoría de la conspiración que ya hace semanas que predica a través de las redes sociales, y que este fin de semana ha contado con un nuevo episodio sonado: la convocatoria de una manifestación en Madrid en contra del uso de las mascarillas. Durante un montón de días, el cantante ha promovido la concentración en sus perfiles de Twitter, Facebook e Instagram, que se ha hecho este domingo en la capital española. Con el apoyo de otra artista que hasta ahora había guardado silencio, Verónica Romero. O cómo la conoce el público, Vero de OT.
Más de 340.000 contagiados por todo el territorio español y una cifra que bordea los 30.000 muertos no son suficiente para que los dos cantantes crean en la peligrosidad de la enfermedad. En su Instagram, la exconcursante de Operación Triunfo 1 se ha sumado al llamamiento de Bosé y ha animado a sus seguidores a participar en la protesta. "La verdad, la luz y el amor pueden con todo", ha escrito después de compartir un vídeo del autor de Amante bandido donde pedía que la asistencia fuera masiva. "Yo estaré con el corazón. Gracias a todos", apuntaba ella. Y es que la triunfita ha preferido adherirse a los manifestantes sin moverse de casa. Sabia decisión, exactamente la misma que ha tomado Miguel Bosé: después de promover la marcha, el intérprete se ha quedado protegido en su mansión de Somosaguas, no fuera a contagiarse de coronavirus en medio de una mani sin mascarillas ni distancia de seguridad.
En la protesta del domingo no estaban ni Bosé ni Vero. Aunque los han secundado entre 2.500 y 3.000 personas, según las cifras de la delegación del Gobierno en Madrid. Una concentración al grito de "bote, bote, bote, aquí no hay rebrote", que ha acabado con 30 manifestantes denunciados, algunos ataques a los periodistas que la cubrían y con la pareja de artistas mirándoselo desde la distancia.