Viggo Mortensen es, aparte de un extraordinario actor, una persona que no calla cuándo lo que ve a su alrededor le parece repugnante. Cuando alguien de Vox pensó que sería una buena idea usar a su mítico personaje de Aragorn de la trilogía cinematográfica El señor de los Anillos para promover una campaña electoral, los calificó de "hay que ser bastante ignorante", situando el partido de Abascal en Mordor irónicamente. El intérprete, después de una larga relación sentimental con la catalana Ariadna Gil, también ha explicado en alguna ocasión las costumbres catalanas a sus compatriotas norteamericanos: "No había visto nunca nada igual. En Catalunya, en lugar de Papá Noel, tienen el Tió. Cogen un tronco, lo cortan y le pintan una cara sonriente con unos ojos muy grandes y le ponen un sombrero rojo ―la barretina―".

CBS

Ahora, quién ha hecho de niño pequeño catalán, ha sido el mismo Mortensen. Pero en lugar de un leño, a quien le ha dado un golpe en la cabeza ha sido a un ultra. Y en lugar de utilizar un palo, ha cogido una botella de vino. Si atizó a los ultras de Vox en las redes, también lo ha hecho explícitamente, pero con ultras del Madrid. Aparte del cine, el actor tiene otra gran pasión, el fútbol. Y después de vivir muchos años en Argentina, nació en él una pasión desatada que pasea allí por donde va: la que siente por el equipo de fútbol de San Lorenzo de Almagro. Mortensen es uno más de la afición del equipo argentino, 'los cuervos', como se les conoce, o 'El ciclón'. Pero el ciclón fue el actor cuando un día, yendo vestido con la camiseta de su equipo, se encontró a unos ultras del Real Madrid en la Puerta del Sol. Porque San Lorenzo viste como el Barça, de azulgrana:

@SanLorenzo

"Unos pelados me dijeron unas cosas muy feas y me empezaron a pegar. Y yo, buscando un taxi. Pero tenía una bolsa con dos botellas de vino, agarré una y se la rompí en la cabeza a uno y salí corriendo". Lo mejor de la situación, cuando el actor llegó donde tenía que ir, a casa de un director. Este lo ve sudado y 'ensangrentado' y Mortensen lo tranquilizó diciendo que aquello era vino... "Por suerte quedó una botella, tomémosla".

Viggo Mortensen se pasaba la trilogía de El señor de los anillos atizando a orcos... No hay que hacer una peli para encontrarse otros 'orcos' por las calles de algunas ciudades.