Es la hora... es la hora. Es la hora de jugar. Brinca brinca, palma palma. Y danzando sín parar. Ylari ylari ylarié. Oh Oh Oh. Este es "El Show de Xuxa" y los saluda con amor. Esta canción con una letra tan trabajada fue el equivalente al Bi-ba Butzemann en el año 95. Una auténtica apisonadora a mitad de los años noventa. Una especie de Georgie Dann en chica y a la brasileña. Muchos cerebros implosionaron al oir una vez y otra el estribillo de este tema:
Se llamaba -se llama- Xuxa Meneghel. Y provocaba un curioso efecto delante de los televisores. Cuando aparecía, sus canciones iban dirigidas a los más pequeños, pero sus modelitos no se correspondían con una estrella infantil y provocaban cierta incomodidad en hijos y en padres. Pero la estrella infantil creció. Y los problemas también.
@xuxamenegheloficial
Maria da Graça Meneghel hace años que no levanta cabeza y tiene a su país de origen, Brasil, en estado de alerta para que no cometa alguna barbaridad. Se la conocía como "la reina de los bajitos", pero con el paso de los años bien se la podría haber conocido como "la reina de los escándalos".
Rpp
Después de mantener diferentes affaires con deportistas como Pelé o el piloto de fórmula 1, el difunto Ayrton Senna, salió a la luz una supuesta implicación de Xuxa en una película erótica en la que se besaba ligera de ropa con un niño de 12 años. Después, una retahíla de acusaciones y salidas de tono: le cogió una afición momentánea al satanismo, hizo bullying a sus bailarinas, conocidas como Paquitas, ha aparecido en muchas entrevistas afirmando que mantiene un vínculo especial con los duendes, ha asegurado que los representantes de Michael Jackson intentaron que se casara con él y ha reconocido que es multiorgásmica y que le gusta hacer sexo en lugares públicos. ¿Qué podía ir mal?
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La sombra mayor, sin embargo, que se ha cernido en la cabeza de Xuxa llegó cuando reconoció que había sufrido abusos sexuales a los 13 años, y por diferentes hombres. Entonces afirmó que "una siente vergüenza, no quiere hablar de eso, porque cree que es culpable". Ahora, a sus 55 años, acaba de sufrir la muerte de su madre, a quien estaba muy unida, y han vuelto a sonar las alarmas sobre la repercusión que puede tener la noticia en el comportamiento inestable de Xuxa.
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La muerte de la madre llega justo un año después de la de su padre. En Brasil ruegan para que Xuxa pase el mal momento y vuelva a sentirse como algunos títulos de sus canciones, Hoy es día de alegría o Todo el mundo está feliz.