Andrea Janeiro regresó a escena en el cumpleaños de su madre. Belén Esteban celebró por todo lo alto su 48 cumpleaños, tras el fin de las restricciones. Lo hizo, como viene siendo habitual, en la discoteca Kapital, en Madrid. Allí se dieron cita más de un centenar de invitados, entre ellos, su hija. Muy discreta, apareció de riguroso negro con unas botas de caña alta y mascarilla, para cubrir parte de su rostro. Entró rápido y sin hacer declaraciones. Andrea Janeiro respeta el trabajo de su madre, pero ya emitió un comunicado para desvincularse de este mundo, y no ser un personaje público.
Andrea Janeiro ha sido el mayor apoyo de Belén Esteban en sus años más difíciles. Su madre ha sido el motor de su vida y se lo debe todo, especialmente por hacerle de madre y de padre a la vez. Como todos sabéis, Belén sufre diabetes desde hace más de 30 años. A lo largo de toda su vida, esta enfermedad le ha dado más de un susto.
Andrea Janeiro no puede olvidar el trágico episodio en el que creyó que casi perdía a su madre. Belén Esteban lo contó en 2017. Sufrió una bajada de azúcar y estuvo en coma durante 18 días. "Vi a mi niña como me llamaba, y escuchaba a mi padre que me decía que volviera. Mi niña era muy chiquita", explicaba en un plató, ante el asombro de los tertulianos. En 'Gran Hermano VIP', casi tuvo que abandonar, tras sufrir una hipoglucemia. El equipo médico intervino y le dio una pastilla para controlarle la bajada de azúcar. Debido a su enfermedad, en ‘Sálvame’, tuvo que ausentarse de su puesto de trabajo durante varios días.
Belén Esteban tardaba mucho en regresar a su puesto de trabajo, y muchos especularon con un posible despido. Ésta lo desmintió. Poco después, descubrimos que se sometió a una serie de controles para ponerse una bomba de insulina, así podría tener mucho más controlados sus niveles de azúcar en sangre.
Andrea Janeiro se quedó mucho más tranquila. Belén Esteban sufría importantes subidas y bajadas de azúcar. Ésta era la mejor opción, tal y como le recomendó su endocrino. Se mostraba encantada con la bomba de insulina, y auguraba que "algún día la llevarán todos los diabéticos. Es pesado, pero mucho más eficaz", sostenía.