La gala MET es uno de los eventos más esperados de todos los años. Se valoran cuáles son los looks más impactantes, aunque también interesa la parte beauty. La increíble alfombra roja del Metropolitan Museum of Art (MET) acogió a cientos de celebridades, entre las que destacó Kim Kardashian. Incluso antes de saber que se quitó 7 kilos para llevar unos minutos el vestido más caro adquirido en la historia de las subastas, ya era aclamada. Tiene toda una historia. 

Una de las mayores apuestas de la noche fue la de Kim Kardashian, quien apareció con cambio de look incluido. Se olvidó por un momento de su gran melena negra para homenajear a Marilyn Monroe con un rubio platino. Lo lució en un moño alto y con tonos de maquillaje “nude”, dado que no quería restar protagonismo a su espectacular vestido. La socialité confirmó desde su cuenta de Instagram que se trataba del icónico vestido que utilizó Marilyn en 1962 para cantar cumpleaños a John F. Kennedy. 

Han transcurrido 60 años desde ese acontecimiento. Mucho se ha dicho sobre el día que Monroe llevaba esta prenda, por eso la empresaria lo ha recuperado para la ocasión. Esta pieza es una creación de Jean Louis, la hizo a mano y a la medida exacta de la modelo. Es ceñido, de tirantes, color “nude” y está cubierto por nada menos que 6 000 cristales. Ahora bien, en lo que se refiere a Kim, tuvo que hacer un gran trabajo para usarlo. 

¿Cómo hizo Kim Kardashian para perder 7 kilos y para tener el vestido exacto de Marilyn Monroe?

Al llegar a la alfombra roja, la influencer habló acerca de su gran hazaña. “Tuve la idea de llevar este vestido, pero, cuando me lo probé, no me valía. Así que les dije: ‘Necesito tres semanas y me servirá’. Y perdí siete kilos”. En la entrevista igualmente mencionó que muchos no creían que lo iba a lograr y aun así no se rindió, declaró ser una persona con mucha determinación. Al preguntarle cómo había logrado alcanzar su objetivo tan rápido, dijo que la clave fue evitar por completo los carbohidratos y el azúcar. 

A propósito, indicó que estuvo con el original por unos minutos mientras ascendía por las escaleras y que después se vistió con una copia exacta. Por otra parte, tuvo que contactar a los dueños del mismo e iniciar una negociación para ocuparlo. Lo más curioso es que este atuendo lo compró la cantante por 1 440 dólares en su momento. 

Marilyn Monroe

En 1999, se vendió en una subasta de Christie’s por un precio superior a 1 millón de dólares. Volvió a ser objeto de subasta en 2016 y fue vendido por 4,8 millones de dólares. Más adelante lo adquirió el museo Ripley’s Believe It Or Not y fueron los que le dieron luz verde a la estadounidense para tenerlo unos minutos. Esto quiere decir que en estos años ha sido el vestido más costoso vendido en una subasta de todos los tiempos. 

Cualquiera que conozca un poco a Kim Kardashian, sabe que el esfuerzo sobrehumano para entrar en un vestido lleva su firma por todos lados.