Esta semana ha sido el gran estreno de ‘Sálvame Sandía’. Y a pesar de que ya no se han vuelto a dar los graves problemas técnicos del pasado lunes, muchos espectadores consideran que el espacio tiene los días contados.
El lunes fue un auténtico desastre para ‘Sálvame Sandía’. Sobre todo a nivel técnico. Por un lado, Carlos Lozano, presentador del espacio, no conseguía escuchar a Terelu Campos desde el plató. Y claro, teniendo en cuenta que uno de los objetivos del programa es sacar la opinión de la gente sobre los tertulianos y generar debate, el espacio perdía toda su gracia.
“"¿Qué hable quién? ¡No oigo a Terelu! Esto es un pifostio, un despropósito”, soltaba Lozano visiblemente enfadado y agobiado, en medio de una congregación de curiosos que no habían perdido la ocasión de acercarse al lugar.
Los problemas técnicos desaparecen, pero el programa no mejora
Hubo más. Por momentos la imagen se fue a negro. Solo fueron unos segundos, pero pareció una eternidad. Y a todo ello se sumó la filtración de las palabras de Lozano en un regreso de publicidad en el que no le habían avisado. O sí, pero como las comunicaciones eran un desastre… “Mañana lo haremos mejor”, apuntaba Carlos.
El martes fue diferente. Los problemas técnicos ya no lo fueron. Y Carlos inició la conexión retratándose. “Hice el ridículo ayer con el desastre que tenia de programa, lo confieso”, comentó el presentador junto a unas cuantas espectadoras de ‘Sálvame’ que se habían acercado al lugar.
Y sí es cierto que la emisión ya no tuvo problemas técnicos. No obstante, no ha mejorado nada del resto. La puesta en escena, con las sillas, la mesa de playa y la caravana al fondo no deja de ser bastante triste. Además, eso de criticar a los tertulianos puede ser divertido las primeras veces, pero amenaza con ser bastante cansino y repetitivo.
La cuestión es si conseguirán darle ritmo a este nuevo espacio y generarán más atractivos para el público o la cosa se quedará como está. Si es así, el espacio de Carlos Lozano podría tener los días contados y él acabar como Carlota Corredera, alejado de nuevo la pequeña pantalla.