La llegada de Meghan Markle a la familia real británica ha significado una revolución, que ha mostrado algunas costuras de la corona. Sin duda, pareciera repetirse la historia de la princesa Diana de Gales, que se atrevió a separarse del Príncipe Carlos en 1992, tras 11 años de un matrimonio que le obligó a cambiar hasta su forma de vestir, para estar “a la altura” de la realeza. La madre de los príncipes Guillermo y Harry encontró la muerte en 1997, tras un accidente de tráfico en un túnel de París, mientras huía de los paparazzi, que intentaban fotografiarla con su pareja Dodi Al-Fayed. La rebeldía de la duquesa de Sussex hace temer que pueda repetir el destino trágico de Lady Di.
El actor George Clooney ha mostrado su solidaridad con Meghan Markle y la ha comparado con Diana de Gales. “Meghan está siendo vilipendiada y perseguida de la misma manera que Diana. La historia se repite. Veremos cómo termina esto”, ha dicho el ganador del Óscar. El actor es amigo de la duquesa de Sussex y no es la primera vez que la defiende, pues en otra oportunidad se ha referido a la esposa del príncipe Harry como “una mujer realmente amable, lista e inteligente”.
Meghan Markle entró a la vida de la corona inglesa en 2016, cuando inició su relación con el príncipe Harry. Pero desde el principio la joven, con un divorcio a cuestas, chocó con el estricto protocolo inglés, y con las órdenes de la reina Isabel II. Muy parecido a lo ocurrido con Lady Di hace cuatro décadas atrás. Pero la duquesa de Sussex no sólo le trajo dolores de cabeza a la reina, sino también a su cuñada Kate Middleton, con quien mantiene diferencias y evidente distancia. Los desencuentros de ambas han trascendido a la prensa, que ha potenciado el conflicto. Aunque, recientemente, Meghan presuntamente llamó a Kate para tratar de suavizar la relación, porque sabe de la influencia de la esposa del príncipe Guillermo en la familia real británica, y porque eventualmente la duquesa de Cambridge podría ser coronada como Reina consorte.
Así como la duquesa de Sussex revolucionó a la corona inglesa, Diana Spencer, con apenas 20 años, hizo lo mismo en 1981. La madre de Harry fue sometida a una alta presión mediática y social, en medio de las normas protocolares de la reina Isabel, que contrastaban con la autenticidad de la esposa de Carlos de Gales. Su preocupación por causas benéficas, su estilo de moda, sus declaraciones espontáneas y su trágica muerte la convirtieron en un auténtico mito de la cultura británica, y es quizás la mujer más famosa y fotografiada del mundo.
Cuando los duques de Sussex decidieron renunciar a sus roles en la familia real británica, encontraron apoyo en amigos y excolegas actores de Meghan, como el mismo George Clooney, el legendario futbolista David Beckham y su esposa Victoria Beckham, así como el cineasta Tyler Perry, quien les cedió su lujosa mansión en Beverly Hills, hasta que encontraron su hogar definitivo en Santa Bárbara. Quizás Diana de Gales no logró escapar a tiempo, y por eso Meghan Markle y Harry apuestan por una vida lejos de la familia real por “salud mental”.