En los últimos años, la imagen de Alberto de Mónaco se ha mantenido inalterable: cuerpo robusto, sonrisa sencilla y una evidente calvicie que lo ha acompañado desde los años 90. Sin embargo, se han recuperado algunas fotografías del esposo de la princesa Charlène de Mónaco, junto a Grace Kelly, durante su juventud y el cambio es realmente impactante, dado que lucía una abundante melena antes de quedarse calvo.
Durante la década de los años 80, Carolina y Estefanía de Mónaco acaparaban los titulares mundiales por su clase y estilo, dejando a Alberto II en segundo plano, confinado a la aceptación de su destino al ser el príncipe heredero de Mónaco. Sin embargo, a pesar de su “aparente timidez”, Alberto de Mónaco logró robarse el corazón de una gran cantidad de celebridades por su gran atractivo físico y su melena de ensueño a lo John Travolta.
En ese momento, el hijo del príncipe Rainiero era uno de los solteros más cotizados del planeta, por lo que mantuvo varios romances con algunas actrices y modelos al intentar seguir los pasos de su padre, aunque, según sus propias declaraciones, nunca consiguió una mujer que se pareciera a su madre, la fallecida actriz de Hollywood Grace Kelly. Uno de sus romances más famosos fue con la actriz Brooke Shields, con quien fue fotografiado varias veces en algunos torneos de tenis. En la década de los 90, ya con una incipiente calvicie que delataría el destino de su cabellera, el príncipe heredero fue relacionado con Sharon Stone en 1992, y en 1993 con la supermodelo Claudia Schiffer. Esta lista no quedó ahí, dado que antes de casarse con la ex nadadora olímpica Charlène Wittstock, el príncipe Alberto se relacionó sentimentalmente con Naomi Campbell, Lisa Marie Presley, Diana Ross, Monica Bellucci, Tatum O’Neil, Kylie Minogue y hasta se rumoreó que tuvo un romance fugaz con Ana Obregón.
Alberto II y su supuesta homosexualidad
A pesar de haber tenido una gran cantidad de romances y hasta dos hijos ilegítimos, una hija con una camarera y otro con una azafata, lo cierto es que desde hace varios años se ha rumoreado que el príncipe monegasco es homosexual y que su vida matrimonial con Charlène es una farsa.
Alberto de Mónaco está muy consciente de lo que se dice sobre él, e incluso llegó a confesar que pensaba que esos rumores eran divertidos en un principio, pero luego se tornaron bastante molestos por el constante acoso que recibe a diario. Y aunque él siempre fue visto como una persona débil de carácter y hasta poco masculino para los estándares reales, lo cierto es que fue un viaje en 2003 el que provocó que la bomba explotara.
De acuerdo con algunos medios, Alberto II viajó a Suecia con unos amigos para ir a esquiar, pero terminó colándose en el Festival Gay Escandinavo, lugar en el que fue captado abrazando a dos drags queens. Ante la ola de rumores sobre su sexualidad, el príncipe indicó que él no sabía que había un festival gay en la ciudad y solo se tomó la foto con la pareja de drag queens porque se lo pidieron amablemente.