Ana Obregón ha recuperado la ilusión tras más de un año sin Álex Lequio. Agradecida a los suyos, la actriz está volcada en el trabajo, donde ha encontrado una vía de escape. Después de dar las tradicionales campanadas desde la Puerta del Sol en un año difícil para ella y para todos, la presentadora se pone de nuevo al frente de un formato, en concreto de Telepasión, la gala de Nochebuena de TVE.

La bióloga se está preparando a conciencia para este gran día. Dentro de unas semanas se grabará la gala. Ahora mismo está de lleno con los ensayos. Ya la hemos visto bailar y cantar. Y es que Ana lo va a dar todo en este espectáculo y siempre con una sonrisa. Ella misma ha confesado que en bailar se defiende, ya la vimos en Ana y los 7, sin embargo, parece que cantar no es lo suyo. Siempre le pueden poner autotune como a Kiko Rivera.

Ana Obregón se refugia en el trabajo, pero no puede olvidar la pérdida de su hijo. Su momento más duro. Además, este año también se ha tenido que despedir de su madre y su madre no pasa por su mejor momento de salud. Su mayor refugio han sido sus hermanas, quiénes le han tendido una mano en todo momento.

Ana Obregón y Carolina Monje pierden el contacto 

Los primeros meses tras el fallecimiento de Álex, Ana mantuvo en todo momento el contacto con Carolina Monje, la última pareja del empresario con quién tenía una vida estable y planes de futuro, incluso adoptaron un perro pequeño. La joven estuvo en todo momento al lado de su entonces pareja. Incluso en Barcelona, ciudad donde reside, no se separo del joven en el hospital, tampoco de Ana, su hombro para llorar.

Carolina Monje y Álex Lequio, Instagram

Carolina Monje con Álex Lequio 

 

Ana Obregón y Carolina Monje se enviaban mensajes y se llamaban todos los días para saber como estaban y como afrontar esta pérdida. Sin embargo, poco a poco esta relación se ha ido perdiendo y quedando absolutamente en nada. Monje continúa con sus proyectos en Barcelona y conociendo a otras personas. Por su parte, la bióloga nunca podrá olvidar a su hijo. El único parecido es que ambas se han mantenido fuertes y siguen con sus respectivas vidas, pero por separado.

Ana ya no tiene nada que ver con Carolina Monje. Le desea lo mejor en su vida y que sea muy feliz,  igual que la joven a la presentadora, pero nada más. Agradecida por todo el apoyo brindado durante estos años tan difíciles.