Belén Esteban está mejor que nunca. Ya alejada de los problemas que marcaron su vida, se centra en disfrutar de nuevas aventuras empresariales que abren nuevas opciones de negocio. Unos negocios que avanzan con éxito bajo la marca de alimentos, ‘Los Sabores de la Esteban’. Belén quiere ir alejándose del foco de la cámara para dedicar más tiempo a los suyos. Esteban nunca ha escondido que siente debilidad por Andrea Janeiro, su hija, y por su marido, Miguel Marcos.
A Miguel lo conoció en 2013, y ocho años después, su relación sigue viento en popa después de que contrajeran matrimonio en 2019 y de que hay programada otra boda, esta vez por la iglesia, el año próximo. Una efeméride que la de San Blas quería acompañar con una noticia más: un embarazo.
A la madrileña se le volvió a despertar el instinto materno, y anunció a los cuarto vientos que estaba encantada con la idea de tener otro descendiente, después de su hija, a la que dio a luz hace 22 años. Una experiencia que Esteban quería compartir con Miguel, pues su marido no tiene ningún hijo, y le encantaría ser padre por primera vez. Un deseo que, al parecer, no habría caído en gracia a Andrea Janeiro…
Andrea Janeiro coloca a Belén Esteban por delante de todo
‘Andreíta’, como es conocida televisivamente, no comulga con la posibilidad de volver a ver a su madre embaraza. Janeiro no tiene ningún problema con la ilusión de su ‘mamá’ y Miguel de ampliar la familia, pero no quiere que Belén asuma riesgos a los 48 años.
Y es que el problema principal, el que genera el malestar en Andrea y la ha llevado a tener fuerte discusiones con Belén Esteban y con Miguel Marcos, por no quitarle a su madre la idea de la cabeza una nueva gestación, es la diabetes que sufre la colaboradora de Sálvame y que convierte el embarazo en riesgo máximo para la madre y el futuro bebé.
Andrea, que sufrió las consecuencias de lo altos niveles de azúcar de Belén durante su embarazo, quiere evitar cualquier complicación derivada del mismo a una edad que ya de por sí eleva la tasa de peligro.
Una idea, la de ser madre, que Belén Esteban ha llevado grabada a fuego desde que Miguel la animó a ello, pero que parece que ya no prioriza como antes. Belén ha pasado de afirmar que iban a por un bebé a echar pelotas fueras cuando es preguntada si están ‘llamando a la cigüeña’.
Parece ser que la opinión de Andrea, que siempre ha querido y quiere lo mejor para su madre, y de otras personas con influencia en el entorno de la estrella de Mediaset, han calado hondo en la psique de Belén. Aunque sólo el tiempo quitará y dará razones.
Lo que sí está claro es que el próximo año la familia volverá a ir de boda, un acto que dejará un buen pellizco en las arcas del clan en exclusivas, reportajes e interés televisivo y que sellará un amor, ante Dios, que apunta a para siempre.