La mujer más bella del mundo, según un estudio científico realizado por el cirujano plástico Julian de Silva, Bella Hadid, ha protagonizado la portada de la revista 'Vogue' del mes de abril de la edición de Estados Unidos. En esta entrevista, la famosa supermodelo ha querido compartir aspectos más personales de su vida, mostrándose cercana y vulnerable ante sus fans, quienes conocen sus padecimientos de salud mental y su lucha contra la enfermedad de Lyme. Asimismo, la top model habló abiertamente sobre sus operaciones estéticas y lo que siente con respecto a ellas.
Hace algunos meses, la modelo confesó que sufre de depresión y de trastorno de ansiedad desde su adolescencia, eliminando el estigma de vida perfecta de las celebridades: “Durante tres años mientras trabajaba, me despertaba todas las mañanas histérica, llorando, sola. No le mostraría eso a nadie. Iba a trabajar, lloraba en el almuerzo en mi pequeño cuarto verde, terminaba mi día, iba a cualquier pequeño hotel al azar en el que pasar la noche, lloraba de nuevo, me despertaba por la mañana y hacía lo mismo”, confesó la hermana de Gigi Hadid en su conversación con 'Vogue'.
La modelo afirmó que es muy difícil vivir bajo esas circunstancias, y que ahora enfoca gran parte de su vida en mantenerse estable mentalmente. “Tener que despertarse todas las mañanas con este cerebro, no es agradable, así que ahora todo lo que hago en mi vida personal es literalmente para asegurarme de que mi estado mental se mantenga a flote. La moda puede hacerte o deshacerte. Y si te hace daño, tienes que hacer un esfuerzo consciente todos los días para que no te rompa. Siempre hay un poco de dolor en el amor”, contó.
En medio de la entrevista, la modelo confesó que sufrió de anorexia en su adolescencia, que inició cuando empezó a tomar pastillas para tratar su déficit de atención. Afortunadamente, Bella pudo superar este trastorno, aunque aún sufre las secuelas de esta enfermedad. “A día de hoy apenas puedo mirarme al espejo por culpa de ese periodo de mi vida”, afirma.
Aunque pueda parecer superficial, crecer al lado de Gigi Hadid marcó la infancia de Bella Hadid de por vida, ya que se sentía la “fea” de la familia. “Yo era la hermana fea, yo era la morena. No era tan genial como Gigi, ni tan extrovertida”. La modelo confiesa que con los años aprendió a disimular sus inseguridades, sus complejos, su dismorfia corporal y su ansiedad para poder mantenerse a flote en el mundo del modelaje, afirmando que en siete años nunca perdió un trabajo, dado que es muy responsable en su profesión.
En la entrevista, la modelo confesó que se operó la nariz cuando tenía 14 años, pero se arrepiente de haberlo hecho: “Ojalá hubiera conservado la nariz de mis antepasados. Creo que habría crecido con ella”. Asimismo, aseguró que no se ha sometido a ninguna otra cirugía y que su icónico look “Foxy eyes” lo consigue colocándose cinta adhesiva en la cara.