Belén Esteban y Miguel Marcos son una de las parejas más estables del panorama nacional. Su amor podría ser el protagonista de cualquier película romántica. Se conocieron cuando la colaboradora sufrió una bajada de azúcar por su diabetes. El técnico sanitario es quien le asistió en su casa y la llevó al hospital. La de Paracuellos se sintió muy agradecida y le invitó a cenar. En aquel momento los dos estaban solteros y surgió el amor. Más de un lustro juntos y tres años casados. Les gustaría casarse por la iglesia ahora que la madre de Andrea Janeiro ha conseguido la nulidad, y no les importaría ampliar la familia, el mayor sueño de Miguel.

Belén Esteban y Miguel Marcos han sobrevivido a la mayor ola de rupturas de la última década. El 2022 ha sorprendido con una decena de parejas que han decidido poner punto y final a su relación, como Christian Gálvez y Almudena Cid, Tamara Gorro y Ezequiel Garay, entre otros. Aunque pueda sorprender también tenemos que incluir a Amelia Bono y Manuel Martos.

Amelia Bono y Manuel Martos / REDES 

Manuel Martos y Amelia Bono deciden romper para siempre 

Estos anunciaron su ruptura en junio de 2021. Decidieron poner punto y final a su historia de amor, aunque continuaron unidos. Los dos guardan una excelente relación. Según ha podido saber ABC, Manuel y Amelia mantienen una muy buena comunicación. Aseguran que se ven casi a diario y hablan a menudo sobre los hijos que tienen en común.

Amelia Bono y Manuel Martos / REDES 

Fuentes cercanas al hijo de Raphael confirman, eso sí, que ya no viven en la misma casa. En un primer momento decidieron continuar con la convivencia, pero poco después se volvió en contra y se hizo incómodo. Ha sido Manuel quien ha decidido irse de casa, aunque no muy lejos, así está cerca de sus hijos. Su nueva vivienda se ubica a pocos kilómetros de la casa que compartía con Amelia Bono.

Descartan darse una nueva oportunidad, creen que no sería bueno. Además, ya han abierto las puertas al amor. A Amelia Bono ya la pudimos ver junto al empresario Fernando Ligues. Sin embargo, no funcionó, iban en caminos opuestos.