Durante muchos años, Jennifer López se ha convertido en un ejemplo para muchas mujeres que quieren llegar a los 50 años con un excelente estado de salud. “La Diva del Bronx” ha confesado que el secreto de su físico radica en sus hábitos. Entrena diariamente, consume alimentos orgánicos con bajo contenido en azúcares y grasas, mantiene una rutina de skincare muy minuciosa con productos de orígenes naturales y duerme diariamente entre siete y nueve horas, ya que el profundo descanso es uno de sus mejores secretos de belleza.
Sin embargo, no siempre fue así. En los inicios de su carrera la cantante y actriz mantenía un ritmo de vida muy agitado y no les daba la importancia necesaria a sus horas de sueño. Aunque era muy joven y tenía mucha energía, la cantante confesó que una ocasión sufrió un ataque de pánico debido al agotamiento físico y mental que sufría por no dormir lo suficiente. En su último boletín en ‘On The JLo’, la intérprete de “Love Don’t Cost a Thing” confesó cómo empezó a darle prioridad a su salud y a sus hábitos de descanso, después del gran susto que vivió hace casi 30 años. "Hubo una época de mi vida en la que solía dormir de tres a cinco horas por noche. Estaba todo el día en el set y toda la noche en el estudio, y los fines de semana hacía giras y grababa videos. Tenía más de 20 años y me creía invencible", dijo.
No obstante, la prometida de Ben Affleck se vio en la necesidad de cambiar completamente sus hábitos tras sufrir un ataque de pánico que la paralizó completamente. “Estaba sentada en una caravana y todo el trabajo y el estrés que conllevaba, junto con la falta de sueño para recuperarme mentalmente, me afectó. Pasé de sentirme totalmente normal a pensar en lo que tenía que hacer ese día y, de repente, sentí que no podía moverme", recordó la intérprete.
En medio de la revelación, la cantante confesó que estaba congelada de miedo y no entendía qué era lo que le estaba pasando. "No podía ver con claridad, y entonces los síntomas físicos que tenía empezaron a asustarme y el miedo se agravó. Ahora sé que se trataba de un clásico ataque de pánico provocado por el agotamiento, pero en aquel momento ni siquiera había oído el término (…) "Pensé que me estaba volviendo loca. Le pregunté al médico si me estaba volviendo loca", dijo.
Para finalizar, la cantante reflexiona sobre los beneficios de un buen descanso y de prestarle la debida atención a los mensajes de su propio cuerpo. "Pienso en el sueño como una pequeña máquina del tiempo. Te acuestas y entras en un espacio en el que te conservas y luego sales como una persona nueva y más joven de lo que eras antes. A veces me despierto y digo: '¡Vaya! Acabo de perder 10 años de mi cara'. Eso es lo que una buena noche de sueño puede hacer y se acumula con el tiempo", concluyó.