Durante los últimos años, la cantante Becky G se ha convertido en una de las exponentes femeninas del género urbano más famosas y reconocidas a nivel internacional. Su fama la ha convertido en una fuente de inspiración para muchas personas, quienes ven en la joven californiana un ejemplo a seguir.

Sin embargo, pese a vender una imagen de una mujer empoderada y completamente segura de sí misma, lo cierto es que ha tenido que recurrir a terapia psicológica para trabajar en su confianza y en su amor propio, al considerar que ella no cumple con el estereotipo de belleza de las mujeres en el mundo del reguetón, dado que no posee unas prominentes curvas y su cuerpo más bien en considerado como “petite”.

Becky G

Durante una conversación con 'It Figures', una serie creada por Yahoo Life, la cantante confesó todo el proceso de aceptación de su cuerpo. "Pasé por esta transición de niña a mujer joven frente a todo el mundo. Estás expuesto todo el tiempo: cómo te ves, cómo hablas, cómo te pones algo. Definitivamente me afectó e impactó en cómo me veía a mí misma", contó la intérprete de “Fulanito”, quien comenzó su carrera en la industria musical cuando era adolescente.

Además de contar las presiones que sintió al formar parte de una industria muy demandante, la estadounidense añadió que uno de sus principales complejos era no encajar con los estándares de belleza de la mujer latina, ya que suelen ser estereotipadas como mujeres voluptuosas y curvilíneas, unas características que ella no posee a pesar de ser descendiente de mexicanos. "Mi mamá tiene curvas y se las dio todas a mi hermana. Yo no obtuve nada de eso. Y en este momento, estamos en una tendencia en la que ser curvilíneo es increíble, así que pienso: 'Bueno, yo no tengo eso'", indicó.

En la conversación, Becky G indicó que en varias ocasiones las personas han hecho juicios acerca de su apariencia, indicando que “verse bien” a veces no es suficiente, también hay que sentirse bien. "Ha habido momentos en los que la gente ha aplaudido mi cuerpo por lo bien que se ve, y no saben que no me sentía nada sana. No creo que lo saludable sea una apariencia. No es cómo te ves, es cómo te sientes", señaló.

Afortunadamente, después de varios años de introspección y gracias a la terapia, la artista aprendió que ella no necesita la validación de ninguna persona, ya que es totalmente libre de decidir sobre su cuerpo. "Es aprender a amarnos y aceptarnos por esa singularidad. Eso nunca pasa de moda", indicó "Desaprender las cosas que ya no nos sirven, como compararnos con los estándares de la sociedad de hoy porque, lamentablemente, van a seguir cambiando", agregó la intérprete de “Mamiii”.

Pese a que por muchos años Becky no estuvo conforme con la forma de su cuerpo, la realidad es que es una de las mujeres más hermosas de la industria de la música urbana, logrando romper estereotipos al apostar por la naturalidad.