En el último año, la vida de Britney Spears ha cambiado drásticamente. Se liberó de la asfixiante tutela ejercida por su padre, Jamie Spears, logró su independencia económica, se embarazó por tercera vez, pero tristemente lo perdió a causa de un aborto espontáneo, y finalmente se casó con su novio, el entrenador Sam Asghari, el pasado 9 de junio. Ahora, gracias a esta boda, la vida en familia de la artista también ha cambiado, dado que ahora ve con mayor regularidad a sus dos hijos, Sean (16) y Jayden (15), producto de su anterior matrimonio con Kevin Federline.

Además de cambiar su estado civil, la intérprete de ‘Toxic’ también decidió mudarse al mismo barrio en el que viven sus dos hijos, comprando una gran mansión valorada en 12 millones de dólares. Gracias a esta cercanía, los hijos de Britney Spearsvisitan su casa con bastante frecuencia" y su relación "es más fuerte que nunca", ha informado una fuente cercana a la cantante a ‘Hollywood Life’.

Britney Spears y Sam Asghari
Britney Spears y Sam Asghari

Según el informante, uno de los principales motivos por los cuales Britney eligió esta mansión es porque queda muy cerca de la casa donde viven sus hijos junto a su padre. “Ahora que ella vive en el mismo vecindario que sus hijos en Calabasas, ellos visitan su casa con bastante frecuencia. Nadan en la piscina de su mamá y les gusta tenerla tan cerca. Significa mucho para ella, y esta fue una de las principales razones por las que eligió este lugar. Los chicos saben que esta también es su casa, y cada uno tiene su propio dormitorio allí para que tengan su propio espacio y se sientan como en casa. Britney quería que vieran su casa de la misma manera que ven la casa de su papá”.

Además de acercarse más a su madre, los hijos de Britney Spears también han podido compartir un poco más con Sam Asghari, su nuevo padrastro. Según indicó la fuente, los jóvenes mantienen una excelente relación con él y están felices de que Asghari forme parte de sus vidas. “Aunque no estuvieron en la boda, están muy felices por su mamá y piensan que Sam es un tipo increíble. A los niños de Britney les encanta pasar tiempo con ella y con Sam, él es una influencia muy positiva para ellos, pero nunca intenta asumir el papel de padre, es más como un hermano mayor divertido”, dijo la fuente.

Actualmente, Britney solo cuenta con el 30 % de la custodia de sus hijos, dado que, por un problema de violencia con Jamie Spears en 2019, un juzgado decidió revocarle la custodia compartida con Federline, pero esperemos que con el fin de la tutela ella pueda recuperar sus derechos como madre y el tiempo perdido. “La única esperanza de Britney es que su relación continúe creciendo y se vuelva aún más sólida (…) ella está muy orgullosa de ellos, pero también es difícil para ella creer lo rápido que están creciendo, es muy agridulce para ella, pero está más que feliz de vivir tan cerca de ellos”, concluyó el informante.