Es imposible de olvidar a un tenista alemán de 17 años que en 1985 derrotó al campeón sudafricano Kevin Curren para ganar Wimbledon. La leyenda, Boris Becker, ahora enfrenta 24 cargos en un juzgado del centro de Londres, que incluyen nueve cargos por no entregar sus trofeos, siete cargos por ocultar propiedades valoradas en 1,5 millones de euros, cinco cargos por no desvelar activos, como casas en Alemania y Londres y acciones bancarias, dos cargos por sustracción de bienes por valor de 500.000 euros y uno por ocultar una deuda de 825.000 euros.

El campeón alemán, conocido como 'Boom boom Becker’ por su feroz saque, ganó aproximadamente 100 millones de libras durante su carrera como tenista, pero gran parte de ellos se han evaporado debido a su extravagante estilo de vida. Se declaró en bancarrota en el año 2017, año en que le levantaron todos los cargos que él negó contundentemente, y ahora enfrenta un juicio que podría durar hasta tres semanas. Lo curioso es que, pese a declararse en bancarrota, el tenista de 54 años vive como un millonario. 

Según ‘The Daily Mail’, Boris Becker vive en un ático de lujo de seis millones de euros con vistas al Támesis, y entre sus posesiones está un Mercedes de 70.000 euros, además de otros autos deportivos de alta gama, costosas obras de arte, y ha invertido parte de su fortuna en sobornos a una mujer con la que tuvo una aventura. El alemán fue acusado por su exesposa, la modelo Lilly Becker, con quien tiene un hijo, de mantener inestables relaciones de pareja por varios meses. Sin embargo, actualmente su pareja es Lilian De Carvalho Monteiro, una analista de riesgo que habla cinco idiomas y tiene tres títulos universitarios, con quien mantiene una relación desde hace casi dos años, viven juntos en Londres donde han sido fotografiados en restaurantes y lujosas tiendas, además de viajes en yate a Ibiza, entre otros costosos caprichos.

Los problemas del alemán comenzaron cuando el banco privado Arbuthnot Latham & Co, de Londres, le exigió el pago de 3,5 millones de euros más intereses por una deuda contraída por una rehipoteca sobre su casa de Mallorca. Boris Becker reconoció la deuda, pero se negó a pagar los intereses, y su decisión provocó que el litigio llegara a una corte de Londres.

Boris Becker y Lilian de Carvalho/ Agencia

El ganador de seis Grand Slams, de 54 años, ha negado todos los hechos que le atribuyen. Esta semana comenzó su juicio en Londres, acusado de presunta ocultación de activos, entre ellos propiedades y sus trofeos de Wimbledon y el Open de Australia. También se le acusa de haber ocultado sus acciones en la empresa de inteligencia artificial Breaking Data Corp. El ex número uno del mundo acudió a la primera sesión del proceso contra él que se celebra en los juzgados de Southwark, en la capital británica, acompañado por su pareja, Lilian de Carvalho Monteiro, y asistido por un intérprete alemán. Boris Becker encara una posible pena de hasta siete años de cárcel en el juicio que se alargará durante las tres próximas semanas.