Boris Johnson ha sido captado por los paparazzis durante sus vacaciones en Grecia luciendo realmente irreconocible a tan solo unos días de la elección del nuevo primer ministro británico, cargo político que se está disputando entre el ex ministro de Finanzas, Rishi Sunak, y la actual ministra de Relaciones Exteriores, Liz Truss. Johnson se ha mostrado muy tranquilo y relajado junto a su esposa, Carrie Symonds, mientras disfrutaban del buen tiempo y las hermosas playas griegas a bordo de una embarcación, usando un bañador negro y una incipiente barba desprolija de varios días, demostrando así que ha dejado a un lado los formalismos políticos después de su dimisión. Por su parte, Symonds se decantó por un bañador en color rojo y unos shorts.
Específicamente, Boris Johnson y su mujer disfrutaron del paisaje de la isla de Evia y de la localidad costera de Nea Makri, una pequeña ciudad a tan solo 45 minutos en coche de la capital griega. Durante sus vacaciones, Johnson fue visto en un restaurante local donde dejó una propina de 50 euros al camarero que lo atendió. Asimismo, les indicó a todos los camareros ucranianos que se encontraban en el lugar que el Reino Unido seguirá apoyando a su país al incrementar las sanciones contra Rusia. Además, se reunió con Costas Milonas, un productor musical y una importante celebridad local en Grecia, quien indicó en su cuenta de Instagram que el próximo ex primer ministro británico es “un hombre sencillo, bebiendo nuestros ouzos”.
Boris Johnson, duramente criticado por los británicos al mostrar su vida de lujo en plena crisis económica
A pesar de que Boris Johnson decidió dimitir el pasado 7 de julio por la presión impuesta por los demás miembros de su propio partido político, lo cierto es que su imagen desenfadada y relajada no ha sido del agrado de los británicos, quienes se están enfrentando a una grave crisis económica provocada por la inflación superior al 10%, la más alta en las últimas cuatro décadas, y por la huelga de más de 45.000 trabajadores de ferrocarriles, quienes han decidido parar sus labores para reclamar la subida de precios que ha afectado al Reino Unido y gran parte de Europa. "Mientras los británicos se enteran de que el valor real de sus salarios está cayendo al ritmo más rápido de los últimos 20 años, Johnson fue fotografiado en topless en una cala solitaria de la isla de Evia, cerca de Atenas, con un pantalón de baño negro", indico ‘The Sunday Mirror’.
De hecho, los laboristas han acusado a Boris Johnson de hacer “una gran fiesta” de sus últimos meses como primer ministro, dedicándose a viajar junto a su familia mientras la economía británica pende de un hilo. “Según la evidencia de los últimos meses, parece que hay poca diferencia si el primer ministro está en la oficina o de vacaciones, ya que no ha logrado enfrentarse al desafío de la crisis del coste de vida. Todo es solo una gran fiesta para Boris Johnson mientras el país lucha por pagar sus cuentas”, afirmó un portavoz del partido conservador.