A principios de la década de los 70, el entonces príncipe Carlos, heredero de la Corona británica, quedó prendado de la belleza de una hermosa aristócrata que conoció en un partido de polo. Se trata de Camilla Parker Bowles, su gran amor y su actual esposa. En ese momento, la personalidad divertida y el atractivo físico de Camilla deslumbró tanto a Carlos que él nunca pudo olvidarse de ella, ni casándose con Lady Di, una de las mujeres más hermosas del Reino Unido. Debido al drama de la relación extramarital entre Carlos III y Camilla Parker Bowles, tanto los medios británicos como los ciudadanos han comparado a la actual reina consorte con la princesa Diana. Y aunque las encuestas de popularidad siempre han dado como ganadora a la madre de William y Harry, lo cierto es que Camilla Parker Bowles también presumía de una gran belleza y simpatía cuando tenía 26 años.
Durante su juventud, la reina consorte Camilla destacaba por su belleza natural, su cara alargada y su característica melena rubia que estilizaba según las tendencias de la época. A principios de los 70, cuando Carlos III se enamoró de ella, solía llevar el pelo a la altura de los hombros, con flequillo y mucho volumen, un look muy parecido al que llevaban algunas celebridades como Brigitte Bardot, Priscilla Presley o Jacqueline Kennedy Onassis. Su maquillaje también era muy característico de esta época, por lo que los eyeliner marcados y las pestañas XXL eran los protagonistas de su look.
Camilla Parker Bowles, al no haberse podido casar con Carlos III durante su juventud, podía experimentar un poco más con sus atuendos, por lo que era común verla con vestidos palabras de honor, de tirantes y hasta con transparencias, algo que Lady Di no podía hacer, dado que debía cumplir con el código de vestimenta real (aunque muchas veces lo omitió). Años más tarde, Camilla Parker Bowles comenzó a lucir una apariencia un poco más sofisticada al elegir un corte de pelo en capas, estilo shaggy, muy parecido al de Farrah Fawcett, y un maquillaje mucho más sencillo.
Camilla Parker Bowles y su evolución de estilo
De acuerdo con Paz Torralba, especialista de belleza de ‘The Beauty Concept’, la reina consorte Camilla “siempre ha llevado un cabello muy clásico y conservador, pero a la vez ha logrado que sea atemporal, lo que resulta muy práctico para una mujer con una agenda muy densa. Con su último retoque bob se ha quitado años y se ha potenciado su actitud divertida, porque este corte tiene dos capacidades muy buenas: rejuvenece y queda bien a todo el mundo. Es decir, potencia lo mejor del rostro y es fácil de mantener”.
Además, también indicó que la esposa de Carlos III es una mujer con una gran presencia, por lo que nunca pasa desapercibida en ningún lugar. “El caso de Camilla de Cornualles es un fiel reflejo de que la belleza es una cuestión de actitud. Ha sabido hacer de su forma de ver la vida, positiva y relajada, su atractivo más relevante. Es una mujer distinguida, pero muy calmada en el trato y creo que eso la convierte en alguien que no pasa desapercibida”, señaló la experta.