Desde su infancia, Carlos III ha sabido que llegaría el momento en el que se convertiría en el rey del Reino Unido. Sin embargo, nunca imaginó que ascendería al trono, a los 74 años, y en medio de un sinfín de polémicas relacionadas con las revelaciones de su hijo Harry, a través de su libro de memorias, ‘Spare’. No obstante, Harry y Meghan Markle han pasado a un segundo plano, dado que tanto Camilla Parker Bowles como el rey Carlos II tienen un problema de mayor gravedad dentro de la Familia Real británica: las acusaciones de abuso de menores por parte del príncipe de Andrés y su intención de no abandonar el Palacio y la vida pública.

Durante los últimos años de su vida, Isabel II hizo todo lo posible por limpiar la imagen de su hijo al apartarlo del ojo mediático en 2019, dado que había sido implicado en los casos de abuso sexual en la red de trata de menores de Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, amigos íntimos del duque de York. Una foto en la que se ve abrazando a una joven de 17 años llamada Virginia Giuffre fue su condena, dado que ella denunció ante un juzgado estadounidense que había sido violada por el príncipe Andrés en más de una ocasión. Debido a esto, él ex de Sarah Ferguson se vio obligado a desaparecer de la vida pública en el Reino Unido, pero Isabel II decidió mantener intactos sus títulos nobiliarios y militares, a pesar de que Carlos III no estaba de acuerdo con esa medida.

Finalmente, en 2022 les fueron retirados todos sus títulos y el tratamiento de Alteza Real, dado que él debía comparecer ante las leyes de Estados Unidos, algo que sin duda alguna perjudicaría la imagen de los Windsor a nivel mundial. Semanas más tarde, el duque de York llegó a un acuerdo económico con la víctima gracias a la ayuda de su madre. No obstante, Carlos III no está dispuesto a seguir ayudando a su hermano, por lo que lo ha expulsado del Palacio de Buckingham al enterarse de que Andrés tenía la intención de reabrir el caso contra Giuffre y hacer una contrademanda. Por su parte, el príncipe Andrés se niega a irse y le declara la guerra a Carlos y a Camilla Parker Bowles, a quien nunca ha querido.

El príncipe Andrés, exiliado dentro de los muros del Palacio de St. James

Hace tan solo unos días, en medio de la organización de su ceremonia de coronación, el nuevo monarca británico tomó la decisión de expulsar al duque de York de su oficina de trabajo y de su dormitorio en el Palacio de Buckingham. Según el tabloide ‘The Sun’, Andrés debe mudarse a otro lugar en caso de querer seguir viviendo en Londres, pero en Buckingham Palace ya no es bienvenido, así que le ofrecieron el Palacio de St. James. “El Rey (Carlos III) ha dejado claro que el palacio de Buckingham no es lugar para el príncipe Andrés. Primero cerró su despacho el año pasado y ahora su dormitorio”, reveló una fuente al tabloide británico.