El nuevo monarca británico, Carlos III, podría celebrar su ceremonia de coronación en la Abadía de Westminster en la primavera del próximo año, específicamente en el mes de mayo, ocho meses después del fallecimiento de la reina Isabel II, según informa el medio ‘The Sun’. De acuerdo con el citado medio, esto se debería al cumplimiento de un periodo de luto y los meses respectivos para la planificación y la preparación de todos los eventos protocolares previos al acto de coronación. De esta manera, el rey Carlos III podría lucir la Corona de San Eduardo a mediados de 2023, 70 años después de la coronación de su madre.
Tras haber culminado el periodo de luto real que establece el Palacio de Buckingham, se ha puesto en marcha la ‘Operación Global Orb’, un proceso de planificación que se encargará de los preparativos para la coronación del nuevo rey. De acuerdo con algunas fuentes cercanas al Palacio, los asistentes y ayudantes del rey le presentarán una serie de opciones para poder llevar a cabo esta majestuosa ceremonia en la que también será coronada su esposa, Camilla, como reina consorte.
Esta ceremonia de coronación estará oficiada por el Arzobispo de Canterbury y contará con la presencia de al menos 2.000 personas, una cifra que dista mucho de los 8.000 invitados que asistieron a la coronación de la reina Isabel II en 1953. Los invitados de este evento podrán admirar algunos actos solemnes como el juramento exigido por el estatuto británico, la unción con aceite consagrado, la entrega del cetro, la vara y el orbe del rey y la ceremonia de instauración como nuevo monarca en la Silla de la Coronación. Al culminar con estos actos protocolares y religiosos, Carlos III será coronado con la Corona de San Eduardo, una pieza compuesta por un marco de oro y una cruz recubierta por más de 400 gemas entre las que destacan zafiros, amatistas, topacios, citrinos, turmalinas y perlas. Por su parte, Camilla será coronada con la corona que le perteneció a la Reina Madre desde 1937 hasta 2002.
Carlos III reduce el presupuesto de su coronación por los problemas económicos del Reino Unido
Aunque aún no se ha confirmado del todo, se especula que el nuevo soberano reducirá el presupuesto de su ceremonia de coronación debido a la actual recesión que está viviendo el pueblo británico. Una fuente ha indicado al ‘Daily Mirror’ que esta ceremonia será “más corta, más pequeña y menos costosa” que la de Isabel II, dado que Carlos III “está consciente de las dificultades que sufren los británicos modernos”. De hecho, Carlos III quiere adaptar este magnánimo evento a la vida moderna, por lo que podría incluir invitados de diversas comunidades como la musulmana, budista, hindú y judía, a pesar de ser una ceremonia totalmente basada en la iglesia anglicana. “Aunque su ceremonia de coronación debe ser correcta y fiel a las tradiciones del pasado, también debe ser representativa de una monarquía en un mundo moderno”, aseguró el informante al citado medio británico.