Carlos III ha tomado la decisión de guardar silencio ante las declaraciones de su hijo Harry y su esposa, Meghan Markle, en su documental para Netflix. Sin embargo, eso no significa que el nuevo monarca pasará por alto este nuevo ataque a la Corona y ha puesto en marcha una venganza que hará que el príncipe Harry termine de perder su posición dentro de la Familia Real, decisión que también afectará al príncipe Andrés, quien también fue despojado de sus responsabilidades reales y de su rango militar por su estrecha relación con el magnate Jeffrey Epstein, quien fue acusado de trata de menores.
Ahora, Carlos III ha conseguido que sus dos hermanos, la princesa Ana y el príncipe Eduardo, se conviertan en regentes de la Corona, dado que a partir de este momento son oficialmente consejeros de Estado, por lo que podrán sustituir al nuevo monarca en sus deberes oficiales y constitucionales en caso de que se encuentre fuera del Reino Unido o padezca de alguna enfermedad. Con estos nombramientos, el Palacio podrá prescindir de la presencia de Harry y Andrés como representantes de la Corona, confinándolos a una vida totalmente alejados de sus responsabilidades reales.
De esta manera, el proyecto de ley de los consejeros de Estado recibió la sanción real el pasado martes, convirtiéndose en ley al día siguiente. La anexión de la Princesa Real y el conde de Wessex ha sido contemplada en la sección 6 de la Ley de Regencia de 1937. Además, se ha especificado que sus funciones como regentes serán de por vida. En la antigua ley, los consejeros de Estados, quienes podrán sustituir al rey de forma oficial, son: el cónyuge del rey (Camilla Parker Bowles) y las primeras cuatro personas en la línea de sucesión al trono que sean mayores de 21 años: el príncipe Guillermo, el príncipe Harry, el príncipe Andrés y la princesa Beatriz.
La princesa Ana y el príncipe Eduardo recuperan su posición dentro de la Corona
Sin embargo, debido a la renuncia y los constantes escándalos por parte del príncipe Harry, la retirada del príncipe Andrés de sus deberes institucionales por su relación con Jeffrey Epstein y el hecho de que la princesa Beatriz no es miembro de la Corona a tiempo completo, el monarca sugirió que había llegado la hora de enmendar la ley para poder tener como sustitutos a miembros activos de la realeza que sí cuenten con el apoyo de la ciudadanía británica. Y es que, de acuerdo con la serie de circunstancias mencionadas anteriormente, los miembros del Parlamento británico señalaron que la condición de consejeros de Estado de Harry y Andrés podría crear un conflicto de intereses en caso de que en algún momento se les necesitara para representar a la Corona.
Con este nuevo nombramiento, Ana y Eduardo recuperan su posición dentro de la monarquía al regresar nuevamente a las actividades oficiales del Palacio, dado que ambos hermanos fueron consejeros de Estado de Isabel II antes de que sus sobrinos (Guillermo, Harry y Beatriz) los adelantaran en la línea dinástica al cumplir los 21 años.