Carlos III se ha convertido en el nuevo monarca británico, asumiendo los compromisos y las responsabilidades políticas de la Corona. Sin embargo, esto no ha sido lo único que ha heredado Carlos III tras su ascenso al trono, también se ha convertido en el poseedor de un impresionante imperio inmobiliario valorado en 25.000 millones de dólares, de acuerdo con ‘Forbes’.
La mencionada revista especializada en finanzas evaluó un amplio registro que contenía los documentos y las auditorías necesarias para desglosar todas las nuevas posesiones del rey de Inglaterra tras el fallecimiento de Isabel II. De este modo, se ha determinado que dentro de sus propiedades destacan el icónico Palacio de Buckingham, sede oficial de la monarquía británica, valorado en 4.900 millones de dólares, y ‘Highgrove House’, una residencia privada que compró el entonces príncipe Carlos en 1980 y que está valorada en 39 millones de dólares en la actualidad.
Asimismo, dentro de la amplia colección de propiedades del nuevo soberano también se incluyen al menos 7 palacios (Buckingham, Hampton Court, St. James’s,Kensington, Eltham, Kew, Holyroodhouse), 10 castillos, 12 mansiones, 56 casas de campo y 14 ruinas antiguas. No obstante, aparte del castillo de Balmoral en Escocia (lugar donde falleció Isabel II) y la casa de Sandringham en Norfolk, propiedades privadas que heredó de su madre, ninguna de estas residencias históricas son propiedad de Carlos III, dado que la mayoría pertenecen al Estado de la corona, por lo que el dominio de estas propiedades, junto con el Ducado de Lancaster y el de Cornualles, se mantendrá mientras dure su reinado, y serán concedidas inmediatamente al próximo heredero de la Corona (el príncipe William) cuando el rey Carlos III fallezca.
Carlos III supervisará más de 12.900 millones de dólares en propiedades comerciales del Reino Unido
Además de tener bajo su dominio las residencias antes mencionadas, el nuevo monarca británico también deberá supervisar una gran cantidad de propiedades comerciales, residenciales y agrícolas pertenecientes a la Corona británica. Entre esas propiedades destacan el hipódromo de Ascot, el campo de cricket Oval, un aeródromo privado, la capilla Savoy de Westminster, tres campos de golf y la iglesia privada del rey. Asimismo, la Corona británica también posee uno de los monumentos históricos más famosos del mundo: ‘Stonehenge’, situado en el condado de Wiltshire. Este monumento megalítico le fue donado a la Corona en 1918 por Cecil Chubb, un hombre que había adquirido este Patrimonio de la Humanidad en 1915 por 6.600 libras, unos 590.000 dólares en la actualidad.
Ahora, esta experiencia real también puede ser disfrutada por los ciudadanos comunes, convirtiéndose en otra entrada de ingresos para la Corona británica. Y es que, los Ducados de Lancaster y Cornualles manejan 56 casas y cabañas vacacionales en Inglaterra, Gales y las Islas Scilly que pueden ser alquiladas. También, el Fondo Benéfico del Príncipe de Gales gestiona los ingresos del alquiler de dos casas de huéspedes en Rumania, y diversas organizaciones benéficas ligadas con la Familia Real manejan los ingresos de la Torre de Londres y el Castillo de Caernarfon como una atracción turística.