El nuevo monarca británico Carlos III está decidido a implementar numerosos cambios dentro de la institución que lidera. Tras el fallecimiento de Isabel II, quien estuvo a cargo de la Corona británica durante 70 años, el nuevo rey ha implementado nuevas medidas dentro de la Casa Real y ha concedido nuevos títulos a los miembros de su familia, a excepción del título de duque de Edimburgo, el cual le perteneció a su padre, el príncipe Felipe, y que fue asumido por Isabel II tras su muerte en abril de 2021. Con la muerte de Isabel II, el título quedó vacante y Carlos III consideró concedérselo a su nieta, la princesa Charlotte, causando un verdadero revuelo en el Palacio. Tras varias discusiones con sus asesores, el rey Carlos III ha rectificado y finalmente cumplirá la última voluntad de su madre al cederle el ducado de Edimburgo a su hermano Eduardo, conde de Wessex.
Según una nota publicada por el ‘Mirror’, Carlos III cambió de opinión y le concederá el ducado de Edimburgo a su hermano menor para hacer las paces con él y consolidar una nueva alianza dentro de la monarquía, sobre todo teniendo en cuenta los escándalos provocados por las declaraciones de los duques de Sussex y las denuncias en contra del príncipe Andrés. Fuentes cercana al entorno del príncipe Eduardo revelaron que la noticia de que el ducado de Edimburgo sería para la princesa Charlotte y no para él le había parecido “como una bofetada” por parte de su hermano, dado que “la reina le había prometido el título antes de morir y Eduardo y Sophie (su esposa) siempre creyeron que, con el tiempo, el título pasaría a su hijo, el vizconde Severn, James Mountbatten-Windsor, el nieto más joven de Isabel II (15 años). "Ahora parece que la marea está cambiando. Claramente, el rey ha tenido tiempo de reflexionar sobre los deseos de la difunta reina", agregó el informante.
La promesa de Isabel II y Felipe de Edimburgo a su hijo menor, Eduardo de Wessex
A pesar de que Isabel II le prometió el ducado de Edimburgo a su hijo Eduardo mientras estaba en su lecho de muerte, lo cierto es que hace más de dos décadas el propio príncipe Felipe anunció que deseaba que su hijo menor llevara con orgullo ese título cuando él falleciera. “La reina, el duque de Edimburgo y el príncipe de Gales han acordado que al príncipe Eduardo se le otorgará el ducado de Edimburgo cuando el presente título que ahora ostenta el príncipe Felipe finalmente regrese a la Corona”, se podía leer en un comunicado hecho público el día de la boda de Eduardo y Sophie en 1999.
En una entrevista posterior, Sophie de Wessex reveló lo siguiente: “Nos quedamos ligeramente sorprendido. “Él [Felipe de Edimburgo] vino directo a nosotros y nos dijo que le gustaría mucho que lo consideráramos”. Durante la misma conversación, Eduardo indicó que era una sensación “agridulce” el tener que aceptar el título, “porque el único modo en el que el título podría llegar a mí sería que mis padres murieran”. Ahora, todo depende de Carlos III y de su disposición en conceder este título histórico que data de hace casi 300 años.