La última ceremonia de coronación que se realizó en el Reino Unido fue el 31 de mayo de 1953, hace casi 70 años. En esa ocasión, Isabel II se convertía oficialmente en la reina de Inglaterra, título que ahora le pertenece a su primogénito Carlos III, que será coronado el próximo 6 de mayo en un acto solemne realizado en la Abadía de Westminster, Londres. Como es de esperarse, esta ceremonia cuenta con un sinfín de tradiciones que se han mantenido de generación en generación desde hace más de mil años, incluyendo el descanso en una misteriosa cama la noche antes de la coronación.
De acuerdo con el ‘Daily Mail’, Carlos III pasará la noche en una cama que fue diseñada por Augustus Pugin y tallada en madera de nogal por John Braund en 1859, y que se encuentra ubicada en una habitación individual en el Parlamento. Esta cama, que mide 3,65 m de largo y 2,28 de ancho, posee un gran dosel, incrustaciones de oro y una representación del escudo real. Según los registros históricos, esta cama fue construida para honrar una tradición que data del siglo XI, durante el reinado de Guillermo el Conquistador. En esa época, los reyes debían dormir en el Palacio de Westminster la noche previa a su coronación. Pasaron los siglos y la tradición se fue olvidando, hasta la coronación de Jorge IV, que durmió en la Casa del Portavoz en 1821, aunque la cama en la que durmió fue totalmente diferente a la que usaban en la Edad Media. De hecho, en 1834 las Casas del Parlamento fueron destruidas por un voraz incendio, por lo que no estuvieron disponibles para la coronación de la reina Victoria.
Carlos III dormirá en una cama que estuvo desaparecida por más de 30 años
La cama en la que dormirá el nuevo monarca británico permaneció en el primer piso de la Casa del Portavoz, en el Dormitorio de Estado, hasta 1943, cuando se trasladó a una tienda y fue olvidada. En 1979 fue encontrada en una fábrica de lana, en el oeste de Gales. Sus propietarios, Ron y Wendy Martin, confesaron que habían comprado esa cama en una subasta, y pagaron por ella 125 dólares. Además, admitieron que habían dormido en esa cama histórica durante dos décadas y que su hijo Benedict había nacido en ella. Sin embargo, cuando se mudaron a una casa más pequeña, tuvieron que almacenarla en un molino.
Finalmente tomaron la decisión de venderla nuevamente a sus antiguos dueños, por lo que cientos de personas podrán ver este tesoro nacional antes de la ceremonia de coronación, dado que el Palacio ha puesto a la venta una serie de entradas para recorrer las estancias del Parlamento, incluida la habitación en la que dormirá Carlos III. El presidente de la Cámara de los Comunes, Sir Lindsay Hoyle, expresó lo siguiente sobre la historia de esta cama: “El hecho de que algo tan grande como esta cama pueda “perderse” y terminar en una fábrica de lana galesa años más tarde parece bastante increíble, pero solo se suma a la intriga que la rodea. Realmente es un tesoro nacional y estoy encantado de que más personas puedan verlo”.