Carolina de Mónaco y su hija Carlota Casiraghi se han convertido en el símbolo de la belleza, el estilo y la sofisticación en Mónaco. Sin embargo, esta pasión por la moda no ha sido suficiente para que la hija mayor del príncipe Rainiero y Grace Kelly designara a su hija como su sucesora, por lo que la ha “desheredado” al apostar por una de sus sobrinas como su sustituta de oficio dentro del Palacio Grimaldi.
Se trata de Camille Gottlieb, la hija de la princesa Estefanía, quien heredó la belleza y la gracia de su abuela, Grace Kelly, y la dedicación por el Principado de su tía, la princesa Carolina de Mónaco. Y es que Camille ha desarrollado una gran devoción por los asuntos familiares y el legado Grimaldi en el mundo, por lo que se ha convertido en una de las jóvenes más destacadas de la familia y una de las más queridas por el príncipe Alberto de Mónaco, quien le ha permitido encargarse y asistir a varios eventos oficiales de la agenda monegasca.
Al contrario de Carlota Casiraghi y Alexandra de Hannover, la hija menor de la princesa Estefanía decidió que sí quería tener un papel importante en el Principado, por lo que comenzó a trabajar en ello desde que tenía 19 años, cuando fundó la organización ‘Be Safe Mónaco’, una organización que se enfocó en la concienciación de los jóvenes sobre los peligros de consumir bebidas alcohólicas mientras se conduce un coche, dado que ella sufrió la pérdida de un amigo muy cercano que falleció bajo esas circunstancias.
La joven de 24 años es fruto de la relación de Estefanía de Mónaco con Jean-Raymond Gottlieb, quien era el guardaespaldas de la princesa hace más de dos décadas, y que ahora se desempeña como uno de los jefes de la División de Inteligencia Interna de Mónaco. Camille tiene dos hermanos por parte de su madre, Louis Ducruet y la diseñadora Pauline Ducruet. Por parte de padre también tiene dos hermanos menores, Maxime y Thomas Gottlieb.
Camille Gottlieb: la preferida de Alberto II de Mónaco
Además de ser la más dedicada al Palacio de su generación, Camille Gottlieb también es una de las menos polémicas, por lo que su imagen pública es realmente intachable. Su mayor escándalo data de cuando publicó una fotografía en su cuenta de Instagram fumando, de resto solo se ha enfocado en sus labores filantrópicas y en seguir el ejemplo de su tía, Carolina y de su madre, Estefanía. Por ese motivo, Alberto II no duda en recurrir a ella para que represente al Principado en algunos eventos.
En los últimos dos años, Camille ha bautizado un transbordador exprés que une el puerto de Mónaco con el puerto de Ventimiglia en Italia, acompañó a los príncipes de Mónaco en el homenaje a los voluntarios de la Cruz Roja, convirtiéndose en la representante juvenil de esta ONG, acude a la celebración del Día Nacional de Mónaco y hasta viaja a otros países en compañía de su tío. Todo esto hizo que Carolina de Mónaco la considerara como su sucesora, dándole su visto bueno desde 2017.