Durante buena parte del año 2021, Charlene se vio afectada por la larga enfermedad en Sudáfrica que la alejó de su marido y alimentó el fantasma del divorcio. El año de los rumores de intrigas palaciegas para usurpar su puesto con Carolina de Mónaco en el centro de todo. 

Hasta noviembre de 2021 la princesa de Mónaco no volvió a pisar el principado, aunque solo lo hizo por unas horas. Acabó abandonado de nuevo a su familia para asistir a una clínica exclusiva en Suiza. De nuevo todo el mundo concedió la corona ficticia del principado a la mujer que parece recuperarla siempre que hay una crisis en el principado: la princesa Carolina. 

Sin embargo, dos navidades después de aquel principio del fin es Carolina de Mónaco la que parece haber abandonado La Roca y Charlene quien está cada vez más presente en la vida monegasca. 

Carolina de Mónaco
Carolina de Mónaco

De acuerdo con Mujer Hoy, a pesar de estar convaleciente, el 2022 ha sido el año del resurgir para Charlene. Desde su primera aparición el pasado mes de marzo, la madre del heredero al trono monegasco ha reforzado su estatus en el principado. Acude a los eventos importantes y tiene su propia agenda. Todo esto con un detalle que muchos han podido observar, siempre evitando escrupulosamente a su cuñada Carolina, con la que todo apunta, no se lleva bien y prefiere no coincidir. 

La reinvención de la princesa ha llegado a tal punto, que ha desterrado a su cuñada de las celebraciones de Navidad y Nochevieja junto a la familia. A tal punto que Carolina ha dejado de ser la protagonista de la temporada, desde que Charlene está en Mónaco. 

Charlene se reinventa y regresa más fuerte que nunca 

Fue solo hace dos años cuando la princesa Charlene impactó a todos con su drástico cambio de look con la mitad del cráneo rapado al cero y se mostró así, por primera vez al público, para entregar regalos navideños a los niños monegascos.  

Pero realmente ¿cuáles fueron las intenciones de este rapado?, se preguntaban algunos medios, quienes, además, no pensaron dos veces para lanzar varias teorías al respecto.  

Según el medio ya mencionado, apenas un mes antes, en noviembre, Carolina de Mónaco se había presentado al mundo luciendo orgullosa sus canas  Y, justo un mes más tarde Charlene se presentó al mundo rapada y la reacción fue bastante menos complaciente. 

Esto pudo ocurrir por diversas razones, una depresión, un mal momento emocional, ganas de llamar la atención o, todo lo contrario, un grito de libertad y de independencia. Para el momento, los titulares la idolatraban por ser la primera royal europea capaz de acabar con la dictadura de melenas largas y moños royal. 

Sin embargo, al mes de raparse el cabello, fue la misma Charlene quien decidió dar explicaciones sobre su cambio de look en el palaciego Point de vue. “Este corte de pelo es una decisión mía. Parece que ha provocado todo tipo de comentarios, pero resulta que lo quería así desde hace tiempo, es un estilo que me gusta y eso es todo”, precisó.