Jennifer López es una de las mujeres más ricas e influyentes, no solo de Estados Unidos, si no de todo el planeta. Sin embargo, no siempre ha podido tener los caprichos y los lujos que tiene hoy en día, y mucho menos, vivir en las mansiones que posee. Como ella ha explicado, muy orgullosa, sus orígenes fueron realmente humildes, y su infancia y su adolescencia no fueron nada fáciles. Por eso, tiene más mérito llegar a donde ha llegado.
La cantante y actriz se crió en el Bronx, uno de los distritos más peligrosos y conflictivos de Nueva York. La delicada situación económica de su familia hizo que sus padres no pudieran conseguir una casa en algún lugar mejor. Además, vivían en un apartamento realmente pequeño, aunque, por suerte, pudieron acabar mudándose a una casa más grande, de dos pisos. Aún y así, no había ningún tipo de lujo.
Y, para poder pagarla, el padre de la norteamericana, David López, hacía turnos dobles en el trabajo. Así se aseguró de que no le faltara nada a ninguna de sus tres hijas. La cantante de ‘Jenny from the Block’ siempre ha agradecido esto a su progenitor, y asegura que, aunque no tuvieran mucho dinero, recuerda esa etapa de su vida como muy bonita. Sobretodo, gracias a la dedicación de su madre, Guadalupe Rodríguez, a la hora de criar a Jennifer, Lynda y Leslie.
Un ‘tour’ por la casa de Jennifer López
En varios videos, se puede ver la antigua casa de Jennifer López al descubierto, y, todos quedan asombrados al contemplar su sencillez. Tiene unos 350 metros cuadrados, pero se ve muy antigua, pues fue construida en 1920. Es decir, ya hace un siglo. En el interior, dispone de una pequeña cocina, un comedor, dos baños, tres habitaciones y una sala. Algo que, en ese entonces, era más que suficiente para la familia, pese a ser cinco integrantes.
La habitación de la ‘diva del Bronx’ estaba ubicada en la parte trasera de la vivienda, y como ella cuenta en varias entrevistas, aprovechaba las ventanas para poder escaparse, sin que su madre se diera cuenta. Unos recuerdos que, por mucho que pase el tiempo, jamás quedarán en el olvido para JLo, que, eso si, ha dicho que no se plantea comprarla. Forma parte de su pasado, pero no lo ve necesario en absoluto, pese al gran cariño que le guarda.
De hecho, llevó a sus hijos a visitar la casa hace un tiempo, para que conozcan un poco más del pasado de su madre. Y, sobretodo, que entiendan que todo lo que tiene ahora se lo ha ganado a base de esfuerzo y trabajo. Dos valores que a Jennifer López le inculcaron sus padres, y que le han valido para llegar a donde está a día de hoy.