Cada día salen a relucir nuevas noticias acerca del delicado estado de salud de la princesa Charlene de Mónaco. En días recientes, fuentes cercanas a la princesa han confirmado que se encuentra ingresada en una exclusiva clínica de salud mental, ubicada en los Alpes Suizos, desde hace algunas semanas.
La fuente ha indicado que la princesa está sufriendo una severa depresión, que la ha incapacitado para cumplir con sus compromisos reales. "Estaba completamente agotada, tanto física como emocionalmente. Se volvió demasiado grave, no podía manejar el Principado o incluso estar con la familia. No podía", aseguraron algunas personas cercanas a la esposa del príncipe Alberto II de Mónaco.
La misma fuente también ha revelado aspectos más íntimos de la depresión que sufre la consorte, dado que “escuchaba rumores por todas partes, no podía salir a ningún sitio. Las discusiones con su esposo se volvieron más serias y esto le produjo una depresión”.
Este grave episodio de depresión no es del todo reciente, puesto que lleva años luchando contra ella: “Hace ya mucho que era una mujer distante, como si no le importara como la perciben los demás. Estaba triste, pero sin la capacidad de hacer nada al respecto. Es muy difícil de entender”, confesó un allegado de la princesa. Además, su esposo también ha recalcado en varias ocasiones, que si su esposa no sonríe ante las cámaras no es porque no lo desee, sino porque le resulta muy difícil, dado que las personas desconocen que está pasando en su vida.
Según el diario alemán “Bild”, la princesa se encuentra ingresada en la clínica privada Paracelsus Recovery, ubicada en Zurich, Suiza. Esta clínica se encuentra rodeada de los hermosos Alpes Suizos para construir un ambiente de calma y relajación. Está clínica está considerada como el centro de salud mental, trastornos de conducta alimentaria y adicciones más exclusivo y discreto del mundo. Las habitaciones de los pacientes miden 250 metros cuadrados y poseen un mobiliario de lujo y acceso a infraestructura médica inmediata. Además, cuentan con un psicoterapeuta personal que estará disponible las 24 horas del día. La estancia en este lugar puede costar entre 95.000 euros por un tratamiento de una semana, hasta 305.000 euros por una estancia mensual.
El principado de Mónaco ya tiene historia con casos de depresión por parte de sus princesas, ya que la actriz Grace Kelly, esposa del príncipe Raniero III de Mónaco, y madre del príncipe Alberto II, también sufrió de una fuerte depresión durante sus primeros años en el palacio. Esta historia se está repitiendo con su nuera, también una “plebeya”, puesto que no pertenecía a ninguna casa real.
Otros miembros de la realeza que han sufrido de depresión, ansiedad y trastornos alimenticios han sido: Diana de Gales, primera esposa del príncipe Carlos de Inglaterra, quién reveló que sufrió de bulimia, y también se autolesionaba para tratar de sobrellevar su dolor, y la emperatriz de Japón, Masako, uno de los casos más famosos de depresión en la realeza, dado que durante años se sintió presionada por el hecho de no haber dado a luz a un heredero, provocando que la llamaran “La princesa triste”.