La princesa Charlene de Mónaco y el príncipe Alberto llevan casados más de una década. Sin embargo, durante todos estos años, la ex atleta olímpica no ha podido establecer una buena relación con sus cuñadas, especialmente con Carolina de Mónaco. La primogénita del príncipe Rainiero y Grace Kelly nunca ha aceptado que una mujer de orígenes plebeyos se convirtiera en la representante oficial de la Casa Grimaldi, por lo que ha hecho hasta lo imposible por tratar de suplantarla al convertirse en una especie de “primera dama” honoraria, recordando así cuáles eran sus responsabilidades en el Principado cuando Alberto aún no se había casado con Charlene. Ahora bien, tras varios meses ausente a causa de una enfermedad que casi le cuesta la vida, Cherlene ha retomado sus funciones y su agenda oficial, algo que no le ha gustado para nada a la princesa Carolina, quien se había convencido de que había llegado el momento de tomar el poder en el Principado.
Además de no congeniar en lo absoluto con la mujer de su hermano, Carolina de Mónaco estaría totalmente enfadada con Charlene por un motivo insólito: el haberle dado herederos legítimos al príncipe Alberto. Sí, aunque pueda parecer una locura, a la madre de Carlota Casiraghi le cayó muy mal la noticia de que Charlene dio a luz a una pareja de mellizos, Jacques y Gabriella, dado que eso imposibilitaba el ascenso al trono de su hijo mayor, Andrea Casiraghi, quien se encontraba en el segundo puesto en la línea de sucesión (después de Carolina) antes del nacimiento de los hijos de Charlene. Ahora, Jacques y Gabriella ocupan los dos primeros puestos, Carolina el tercero y Andrea el cuarto.
Debido a esto, la tensión entre ellas ha aumentado considerablemente, ya que Carolina de Mónaco es la princesa con más vínculos reales dentro del Palacio Grimaldi al estar casada con Ernesto de Hannover, príncipe de la antigua dinastía alemana en el Reino Unido. Sin embargo, Charlene, una ex nadadora olímpica, sigue teniendo más poder que ella, y no está dispuesta a cederle su lugar dentro del Palacio.
La princesa Charlene planea vengarse de Carolina de Mónaco
Recientemente, los medios de comunicación monegascos han afirmado que el príncipe Alberto y Charlene de Mónaco no asistirán a la coronación de Carlos III de Inglaterra. Sin embargo, planean enviar a la princesa Carolina como representante de la familia Grimaldi. Esta decisión la tomó Charlene, quien ha decidido vengarse de su cuñada de esta manera, dado que “tiene la potestad” de obligarla a asistir al evento que se realizará el próximo 6 de mayo en la Abadía de Westminster, Londres.
Ahora bien, ¿por qué sería un castigo para Carolina de Mónaco asistir a la coronación de Carlos III? Según los medios locales, la hermana mayor del príncipe Alberto no quiere que vuelvan a salir a la luz los rumores del supuesto romance entre ella y Carlos, cuando él aún no se había casado con Diana. Así que, Charlene encontró la mejor oportunidad para enfadar a su cuñada y que se reencuentre con el que pudo haber sido su primer marido, al que dejó por irse detrás de Phillipe Junot.