Charlene de Mónaco desapareció durante algo más de un año de forma misteriosa. La esposa del príncipe Alberto acudió a un acto en su país de origen, Sudáfrica, y allí sufrió una infección por la que tuvo que ser intervenida de urgencia. También se comentó que la joven tomaba somníferos para poder conciliar el sueño ya que sufría una importante depresión y más tarde ingresó en un centro de rehabilitación para superar esta adicción. Este verano, ya recuperada, regresó a Mónaco y se dejó ver en varios eventos con su marido y sus hijos.

Nuevamente saltaron todo tipo de rumores. Se cree que Charlene nunca ha sido feliz al lado de Alberto, por eso la llaman la princesa triste. La nadadora se casó por obligación y tuvo los niños por inseminación artificial. Ella quiere marcharse a Suiza, sin embargo el príncipe le pidió que siguiese ejerciendo sus labores como princesa a cambio de 12 millones de euros al año.

Charlene de Mónaco EFE

La mala relación entre la princesa Carolina y Charlene de Mónaco 

Si este contrato fuese cierto parece que Charlene ha aceptado y ha aparcado sus diferencias con Alberto porque en estos momentos ha retomado su agenda oficial. Con este regreso se ha evidenciado una rivalidad entre la princesa de Mónaco y la hermana de su esposo, la princesa Carolina. Recordemos que en ausencia de Charlene, la princesa de Hannover se ha encargado de gran parte de las tareas de representación del Principado de Mónaco, junto a su hermana Estefanía y sus hijos y sobrinos. Una función que ya conoce, ya que hasta la llegada de Charlene era ella quien se encargaba de esta labor. De hecho, hasta que el príncipe Alberto se casó y nacieron los mellizos, había algunas voces que apuntaban a que Carolina y su estirpe podrían ser los sucesores del actual soberano.

Las dos princesas juntas en un acto

Ahora mismo todas las miradas vuelven a estar en Charlene, las hermanas de Alberto han quedado totalmente desplazadas. No obstante, Carolina sigue siendo la protagonista de algunos compromisos estrella como el Baile de la Rosa. Se esperaba que en este evento participase la mujer del príncipe de Mónaco debido a la carga simbólica, pero no ha sido así. Parece que Carolina ha tenido mucho que ver, la habría vetado, y es que no quiere que le haga sombra en un evento que ha sido muy importante para ella durante años.

Seguidamente al Baile de la Rosa se celebró el Baile de la Cruz Roja, y allí sí tuvimos ocasión de ver a la princesa Charlene junto a su esposo, el príncipe Alberto. Sabemos que la relación entre Carolina y Charlene no ha sido nunca muy fluida. Intentan evitarse siempre. La tensión entre ellas es más que evidente, mucho más en estos últimos años.

Carolina ha visto siempre a Charlene como una enemiga en su control sobre el Principado. Una batalla que nunca ha trascendido, siempre se ha escondido entre las paredes de palacio.