Enrique Ponce y Paloma Cuevas decidieron poner punto y final a su relación el pasado mes de mayo 2020. No obstante, la pandemia retrasó sus planes, realmente el torero ya no compartía techo con la empresaria desde hace meses. El de Chiva conoció a Ana Soria antes del confinamiento. El entonces matrimonio tardó más de un año en firmar el divorcio y es que había muchos puntos en los que ponerse de acuerdo.

Mientras Paloma Cuevas guardaba absoluto silencio en redes sociales, Enrique Ponce no paraba de alardear de novia en su cuenta de Instagram. Ambos compartían muchos momentos juntos, muy acaramelados, regalándose besos y caricias. Incluso vimos sus primeras vacaciones juntos. Sin embargo, pocos meses después dejó de compartir estos momentos. El torero decidió cerrar su perfil sin previo aviso, de la noche a la mañana. Ya no quedaba ninguna muestra de amor con Ana Soria.

Enrique Ponce y Ana Soria / REDES

Curiosamente, unos días más tarde Ana Soria seguía los mismos pasos. De esta forma evitaba ser el centro de atención. Ahora viven en un segundo plano, como una pareja normal, sin cámaras a su alrededor. En ese mismo momento, Enrique Ponce decidía abandonar los ruedos, una noticia que pilló por sorpresa a muchos.

Paloma Cuevas pidió silencio mediático a la pareja 

El divorcio entre Paloma Cuevas y Enrique Ponce nunca ha sido fácil. El pasado mes de julio se firmó finalmente el divorcio, justo una año después, con un complicado proceso de separación. Parece ser que el principal motivo de este retraso se debe al reparto de sus bienes matrimoniales. Sin embargo, hubo un problema aún mayor. La empresaria pedía absoluta discreción por sus hijas. La mayor se enteró de la nueva relación de su padre a través de la prensa y las redes sociales.

Enrique Ponce / REDES

Por este motivo, Enrique Ponce y Ana Soria han dejado lado su exposición en redes sociales. Forma parte del acuerdo de divorcio. Si no aceptaban este punto, Paloma Cuevas no firmaba el documento. Según el citado portal JALEOS, Ponce y su exmujer habrían firmado así un detallado contrato de confidencialidad de mutuo acuerdo, donde se garantizaba la privacidad tanto de ellos como de las niñas, donde la discreción fuese la principal máxima por la que regir sus vidas a partir de ahora.

Ana Soria se habría firmado a este acuerdo como apoyo a Enrique Ponce. En el divorcio se asegura que no habrá exclusivas por parte de ninguno de los tres, llevarán una vida totalmente discreta ni tampoco harán declaraciones en medios ni en redes sociales sobre su relación.