Hollywood es el lugar donde los sueños se hacen realidad, pero también donde las rivalidades y los desencuentros pueden tomar rutas inesperadas. En la década de los 80, Clint Eastwood, el renombrado actor de películas icónicas como "Harry el Sucio" y "Sin Perdón", protagonizó un conflicto que resultó en un sorprendente veto a un producto tan famoso como la Coca-Cola en los sets de sus películas. La raíz de este veto se remonta a un capítulo curioso en la historia del cine: el proceso de casting de "Karate Kid".
En la industria cinematográfica nada está escrito, dado que el éxito o el fracaso de una película dependerán del argumento de la historia y la selección del elenco. En el caso de "Karate Kid", el papel de Daniel LaRusso podría haber recaído en rostros famosos que hoy en día asociamos con otros éxitos. El inolvidable Ralph Macchio finalmente se alzó con el papel, pero el destino de la película pudo haber sido muy diferente si Robert Downey Jr. o Charlie Sheen hubieran ganado la batalla de las audiciones. ¿Qué habría pasado si Charlie Sheen, conocido por su papel en ‘Dos hombres y medio’, hubiera llevado el uniforme de karate del dojo Cobra Kai en lugar del inocente Macchio? Tal vez habríamos visto un LaRusso muy diferente, alejado de la imagen del "chico italiano de Jersey". Sin embargo, lo que pocos saben es que otro de los aspirantes al papel principal fue uno de los hijos de Clint Eastwood, Kyle Eastwood.
La prohibición que sacudió los sets: adiós a la Coca-Cola
La elección de Ralph Macchio para protagonizar Karate Kid, según cuentan, no sentó nada bien al legendario actor y director, lo que llevó a una inusual reacción por su parte. El veto a Coca-Cola en los sets de rodaje de sus películas fue la venganza que Eastwood planeó en respuesta a la distribución de "Karate Kid" por parte de Columbia Pictures, propiedad de Coca-Cola en ese momento. Aunque su propio filme "Bronco Billy" había presentado botellas de Coca-Cola en una escena apenas unos años antes, Eastwood decidió que a partir de entonces, la bebida no tendría cabida en sus producciones.
Un veto que perdura en el tiempo
Aunque la animadversión hacia la compañía parece haber surgido de un conflicto particular, la historia no ofrece una conclusión clara. A pesar de que Coca-Cola vendió Columbia Pictures a Sony en 1989, y a pesar de los cambios de propiedad y dirección en ambos frentes, el veto de Eastwood al famoso refresco de packaging rojo ha persistido en sus sets de rodaje hasta hoy, manteniendo viva la leyenda de su venganza contra Coca-Cola.
Mientras Clint Eastwood continúa forjando su legado en el cine con su próxima película "Juror #2", su hijo Kyle Eastwood ha seguido una trayectoria diferente. Optando por el mundo de la música, Kyle ha dejado huella como un talentoso bajista de jazz y ha contribuido a la creación de cautivadoras bandas sonoras en películas como "Cartas desde Iwo Jima", "Gran Torino" y "Invictus". Aunque su intento de ingresar a la industria actoral no fructificó en "Karate Kid", tuvo algunas participaciones en películas dirigidas por sus padres, como ‘Los puentes de Madison’ y ‘J.Edgar.