‘La Resistencia’ es uno de los programas de más éxito de los últimos tiempos. El programa de Movistar tuvo una gran repercusión en las redes sociales. Querido por su tono desenfadado y sus invitados de lo más variopintos. Un programa que partió con la idea de un ‘Hormiguero low cost’ y que aprobó con nota con su propia identidad.

A lo largo de sus cuatro temporadas hemos visto a miles de rostros y algunos hasta repiten, salvo algunas excepciones, porque admiten sentirse como en su casa. Es el caso de la conocida actriz Ingrid García-Jonsson. Incluso llegó a colaborar en el programa. La joven, que ha protagonizado algunas de las películas y series más exitosas, ha concedido una entrevista para El Mundo donde ha hablado de las grandes dificultades que supone vivir de la actuación.

Ingrid García Jonsson / MOVISTAR 

Ingrid García-Jonsson habla de sus problemas económicos 

Reconoce que es una profesión con muchos altibajos y obstáculos en el camino, incluso para los artistas con una carrera más consolidada. Esta entrevista surge a raíz de la presentación de su último papel en la película de Álex de la Iglesia, Veneciafrenia. “El dinero se me acaba, no hay nómina a fin de mes”, comienza diciendo la actriz. En una ocasión contó que dejó los estudios de arquitectura por su gran sueño. “O me viene un trabajo de aquí a dos meses o ya me tengo que plantear en serio hacer otra cosa”, admite sobre su dura situación económica. Es un tema que la agobia bastante. “Estoy ahora mismo fatal”, dice.

“Ahora, porque del cielo me cayó un curro y he estado rondado diez días en Budapest. Tengo en la cuenta como para tirar dos meses, pero en nada voy a estar otra vez tirándome de los pelos a ver qué sale”, sostiene tras su último trabajo como actriz. “El año pasado, por ejemplo, rodé una peli en cinco semanas y luego tuve otra que estuve siete días. El resto del tiempo no hice nada. ¡Nada! Y ahora estoy igual, en otra de esas fases sin currar y me quiero morir. Estoy deseando volver a trabajar”, cuenta.

La interpretación le da la vida, es su gran sueño. No sabría vivir sin ello. “Me gusta demasiado este trabajo y el cine. Tener la posibilidad de contar historias y que la gente las vea, de trabajar en equipo con tanta gente apasionada por lo que le gusta. No se si podría encontrar eso en muchas otras profesiones”, dice en declaraciones a ‘El Mundo’.

No obstante, no se le caen los anillos por trabajar en otra cosa. De hecho, ya le ocurrió en el pasado. “He sido camarera y he sido feliz. He cuidado de niños y he sido feliz. He dado clases y he sido feliz. Hay muchas profesiones en las que me puedo sentir realizada y bien”, expresa.