Los creadores de ‘La que se avecina’ y sus compañeros de rodaje esperan con los brazos abiertos a José Luis Gil. Es la primera vez que el actor causa baja en la ficción de Telecinco. Su personaje es todo un emblema y un nexo de unión entre ambas series de vecinos, la recordada ‘Aquí no hay quien viva’ donde interpretó a Juan Cuesta, y la actual, ‘LQSA’, donde es Enrique Pastor, tal vez la persona más cuerda del edificio. El zaragozano sufrió hace un año un ictus y a día de hoy aún se recupera.
Esta semana su hija ha mostrado una fotografía de su padre aprovechando la visita de dos grandes amigas que le traían el Premio Nacional ReTake que se le ha otorgado por sus casi 50 años de dedicación al doblaje.
Ernesto Sevilla iba borracho a sus espectáculos
Uno de sus compañeros en la serie, Ernesto Sevilla, quien ha sido baja en esta nueva tanda de capítulos, ha hablado de algunas anécdotas en la serie o sobre los escenarios en el podcast de Victoria Martín. El manchego ha desvelado como fueron sus inicios como cómico. "Estuve dos años por ahí actuando solo, que solo hacía esto, de jueves a domingo, y estaba ciego prácticamente de jueves a domingo, y casi sin dormir. Y de esos dos años no me acuerdo casi de nada, iba por ahí actuando completamente ciego”.
Y reconoce que esta profesión le producía demasiada ansiedad. "Dentro de nuestro trabajo, que es como hacer varias cosas, ser cómico sí, me ha causado mucha ansiedad. Y además que, yo en realidad, soy muy tímido. Yo antes era mucho más tímido, antes de empezar a actuar, lo pasaba fatal. De hecho, tenía que salir borracho. Bueno, de hecho, siempre he actuado borracho. Muy pocas veces, he salido al escenario sobrio".
También ha querido hablar de alguno de sus fracasos, como por ejemplo el día en que presentó los Goya junto a Joaquín Reyes. "Cuando presenté los Goya eso no fue un éxito que digamos […] Fue la gala de los Goya, bueno la titularon la peor gala de la historia […] Fueron unas críticas horribles en todos los sitios y nos ponían a parir en todos los sitios”.
Reconoce que como actor no es suficientemente bueno, de hecho, no se considera actor, solo lo hace porque se divierte mucho "pero no me siento actor, nunca me he sentido actor del todo, nunca me lo he acabado de creer lo de ser actor […] Me divierte mucho también aparte de actuar en pelis, crear la peli también desde cero o escribir guiones o dirigir o todos los procesos que son también casi que más divertidos que actuar”.
Respecto a su vida personal, Ernesto Sevilla está soltero y muy feliz. Lleva años en esta situación y no piensa cambiar. Reconoce que es muy buen amigo, pero muy mal novio.