Hace unos meses Concha Velasco volvió a preocupar a sus familiares y amigos tras sufrir un pequeño contratiempo en su salud. Ya recuperada, la veterana actriz continúa ingresada en una residencia de Madrid. Ella misma fue quien optó por esta opción tras ver que empezaba a requerir atención constante. Los dos hijos de la vallisoletana trabajan y no pueden dedicarse al 100% a ella, por este motivo entre todos creyeron que ésta era la mejor opción. La visitan prácticamente a diario.
Hace dos años se despidió de los escenarios debido a sus problemas de salud. La actriz padece artrosis y ya necesita de una silla de ruedas para trasladarse de un sitio a otro. Todos se asustaron por su última intervención de urgencia en el hospital Puerta del Hierro. “Ahora se encuentra mucho mejor porque reaccionaron a tiempo y pudieron coordinar con sus médicos del hospital Puerta de Hierro todo lo relacionado con sus dolencias”, ha declarado Saúl Ortiz en ‘20Minutos’.
“Estoy muy contenta y bien atendida. Me gustaría que se contara la verdad, y la verdad es que estoy muy bien», explicaba entonces la artista a LA RAZÓN. Según ella, la rehabilitación está surtiendo efecto. No obstante, el gran número de personas que la visitan opinan que su salud no mejora. Ni mejora ni evoluciona favorablemente.
Concha Velasco siempre se ha mostrado fuerte y ha luchado contra todas las adversidades
Aunque intentan que no trascienda a la prensa sus hijos están realmente preocupados, Concha Velasco es muy mayor y empieza a padecer los achaques propios de su edad, y en su caso cuenta con sus anterior problemas de salud, como el cáncer que padeció. Todos opinan que en estos dos últimos años la actriz ha sufrido un declive importante.
Concha Velasco se mantiene al día de todo y en contacto con sus familiares y amigos a través del teléfono móvil. Les pide que acudan a verla un rato. Le gusta estar acompañada el mayor tiempo posible porque sino se le hace una eternidad.
Su salud está muy deteriorada desde que en 2012 le diagnosticaron un cáncer. Ha tenido varios sustos en estos últimos años. Su camino no ha sido fácil, ha estado cargado de obstáculos. Por culpa de un linfoma tuvo que pasar por quirófano hasta en cuatro ocasiones. En una entrevista posterior reconocía que tuvo "miedo a morir", aunque después aclaraba que "estoy feliz, me da vergüenza decirlo, en este momento en el que hay gente con necesidad o que no han salido de una enfermedad tan larga como la mía”.