Hace menos de un mes saltaba la noticia del ingreso de Concha Velasco en una residencia. Debido a su delicado estado de salud, sus hijos creyeron que era la mejor opción ya que no podían hacerse cargo las 24 horas del día de ella. Una residencia con las mejores calidades y una muy buena atención por parte de los profesionales. A la actriz se la vio muy contenta con esta decisión y se la pudo ver en varias ocasiones asistir al teatro.

Sin embargo, parece que esta residencia de ancianos no era tan idílica y maravillosa como contaban sus familiares. Éstos han decidido trasladar a su madre a otro centro a las afueras de Madrid, en la zona de Las Rozas. Ahora cuenta con un inmenso jardín repleto de flores.

Concha Velasco / EFE

La decisión de ingresar en la residencia fue aceptada por Concha Velasco. Una decisión que habló con sus hijos. A día de hoy, a sus 82 años de edad, la vallisoletana es una persona totalmente dependiente. Su estado de salud le obliga a estar atendida por alguien las 24 horas del día. En esta nueva residencia, la actriz tiene ahora a su disposición más personal especializado, aspecto esencial.

Estos últimos años ha estado viviendo con su hijo Manuel, pero su cada vez más delicada salud hizo imposible que pudiesen vivir juntos. El joven trabaja y no puede hacerse cargo de su madre a todas horas. Además, se le hacía ya imposible físicamente. La idea de irse a vivir a una residencia surgió de Concha.

En un primer momento entró en una residencia ubicada cerca de Plaza Castilla, en el barrio de Tetuán. Muchos amigos de profesión aprovecharon para hacerle una visita. Aseguraron que se encontraba bien y tranquila, además había avanzado en su recuperación.

Concha Velasco / MEDIASET 

Concha Velasco no estaba feliz en la residencia 

Sin embargo, fuentes cercanas a la actriz consultadas por Informalia cuentan que Concha Velasco no estaba a gusto en esa residencia. Se veía un sitio “triste y poco estimulante”. Estas observaciones habrían llegado a su hijo Manuel quien ha decidido buscarle otra residencia más tranquila y donde pueda estar mejor atendida.

Concha Velasco echaba de menos un jardín y espacios más amplios, como tenía en su maravillosa casa de La Moraleja. Informalia comparte desde su entorno que "se sentía encerrada en una casa de pisos, rodeada de calles, sin más posibilidades que salir en silla de ruedas a dar una vuelta a la manzana”.

Ahora está en un lugar más tranquilo y envuelta en naturaleza.