La presencia de Meghan Markle durante las exequias de la reina Isabel II han revivido las duras críticas que recibió la ex actriz cuando fue considerada como una “influencia terrible” para su marido, el príncipe Harry, debido a su intención de cambiar todos los protocolos reales para no tener que acatar ninguna de las reglas impuestas por la Corona. De hecho, una fuente cercana al Palacio de Buckingham indicó que Markle pensó que sería una especie de Beyoncé del Reino Unido: una representante femenina totalmente transgresora y muy querida por el pueblo británico, es decir, una especie de Lady Di moderna.
Esto lo dio a conocer una fuente real a la escritora Valentine Low en el libro titulado ‘El poder oculto detrás de la corona’. “Creo que Meghan pensó que iba a ser la Beyoncé del Reino Unido. Ser parte de la familia real le daría ese elogio. Lo que descubrió fue que había tantas reglas que eran tan ridículas que ni siquiera podía hacer las cosas que podía hacer como persona privada”, aseguró la fuente.
En este libro, cuyos primeros capítulos han sido publicados por el ‘Sunday Times’, la autora afirma que la protagonista de ‘Suits’ subestimó el poder la de la reina y de las estrictas reglas que rigen las vidas de todos los miembros de la Familia Real del Reino Unido, incluyendo la de su marido, dado que tenía la intención de reformar los lineamientos de una monarquía que data del siglo IX al no sentirse realmente cómoda con ciertas restricciones y reglas que debía acatar al pertenecer a la realeza. El informante real aseguró a Low que la duquesa de Sussex “no encajaba con el modelo de miembro activo de la realeza, y que el palacio no aceptó quién quería ser”. Al no lograr su cometido, la pareja decidió renunciar formalmente a sus títulos y responsabilidades, aunque muchas personas han asegurado que esa siempre fue su intención y que el ‘Megxit’ había sido planeado por ella mucho antes de casarse con el príncipe.
Los ex empleados de Meghan Markle la acusan de malos tratos
Al parecer, algunos miembros del personal del Palacio de Kensington fueron víctimas de malos tratos por parte de Markle. Además, aseguraron que era una “sociópata narcisista” y su intención siempre fue mostrarse como una persona infeliz dentro del Palacio. “Todos sabían que la institución sería juzgada por su felicidad. El error que cometieron fue pensar que ella quería ser feliz. Ella quería ser rechazada, porque estaba obsesionada con esa narrativa desde el primer día”.
En el libro de Valentine Low, se menciona que la mujer del príncipe Harry ofendió a varios empleados del Palacio, motivo por el cuál había discutido fuertemente con la reina Isabel II y con Kate Middleton, quienes la exhortaron a cambiar drásticamente su actitud con todo el personal del Palacio, que incluso llegaron a considerarse como el “Club de los sobrevivientes de los Sussex”, después de que la pareja renunció a sus títulos y abandonó el Reino Unido.