Desde sus inicios en el mundo del culturismo, Arnold Schwarzenegger se ha caracterizado por sus impresionantes músculos; musculatura que lo hizo ganar el Mr Olympia (máxima competición de culturismo profesional) en siete ocasiones. Sin embargo, ser un hombre tan musculoso no siempre fue beneficioso para él, dado que su poderoso físico impidió que pudiera interpretar uno de los papeles más famosos en la historia de las películas de acción y de ciencia ficción. Se trata de la icónica película RoboCop, famoso filme de acción de 1987.
Según informó el medio “The Movies That Made Us”, el actor quería protagonizar este filme después de haberse reunido con Mike Medavoy, cofundador de Orion. Durante la reunión, los productores de la película le ofrecieron inmediatamente el papel del famoso robot, dado que se había inspirado en “Terminator”, película que catapultó a la fama al actor austriaco en 1984. No obstante, el actor no pudo aceptar el papel debido a que su corpulenta musculatura no cabía en el traje de RoboCop, dado que cuando se lo probó no podía ni moverse con facilidad, haciendo que pareciera una figura rígida del muñeco Michelín en lugar de un robot futurista. Además, los productores requerían de un actor con mayor experiencia en la expresión facial, dado que sería el único rasgo humano que se vería tras el traje.
Otros actores como Tom Berenger, Rutger Hauer, Michael Ironside, Armand Assante, James Remar y Keith Carradine audicionaron para interpretar al célebre robot, no obstante, el papel se lo terminó quedando Peter Weller, dado que ya tenía un consolidado club de fans de películas de ciencia ficción y el director Paul Verhoeven aseguró que el mentón de Weller “era muy bueno”. Según la crítica especializada en cine, RoboCop, estrenada el 17 de julio de 1987, es considerada como “una sátira futurista y distópica, en donde el protagonista es un policía convertido en robot, creado por una compañía multinacional: la OCP”.
A casi 35 años de su estreno, el filme clásico de ciencia ficción sigue representando una crítica social y política, contada a través de un noticiero que informa diariamente el aumento del índice delictivo en la ciudad de Detroit. El guión original de la película, escrito por Michael Miner y Edward Neumeier, fue rechazado más de doce veces, ya que consideraban que carecía de argumento. Incluso, Paul Verhoeven, quien terminó dirigiendo el proyecto, no quiso leerlo a primera instancia, dado que consideraba que era otra película de policías sin relevancia.
No obstante, su esposa encontró el libreto en su escritorio y decidió revisarlo por curiosidad, quedando totalmente fascinada por los diálogos y los componentes de la película. Gracias a la curiosidad de su mujer y su poder de convencimiento, el director holandés decidió hacerse cargo de la película, siendo uno de los mayores aciertos de su carrera cinematográfica.
Tres años después del éxito en taquilla de RoboCop, el cineasta convocó a Arnold Schwarzenegger para trabajar juntos en un nuevo filme de acción llamado “Total Recall” o “Desafío total” en España, logrando cumplir su sueño de trabajar junto a “Terminator”.