‘First Dates’ sigue arrasando en las noches de Cuatro. El programa de citas busca de forma incesante el amor entre sus comensales, a veces con más suerte que otras. Como todas las noches, el pasado lunes se abrieron las puertas de nuevo al mando de Carlos Sobera. Vimos pasar por el restaurantes los comensales más estrambóticos. Y con motivo del Día del Orgullo, ‘First Dates’ celebró un especial. Una de las citas estaba compuesta por dos mujeres que demostraron mucha química.

First Dates

Una de ellas es Amaia, de 18 años y procedente de Madrid. Se apuntó a ‘First Dates’ para encontrar “a alguien que me transmita confianza’ pero sobre todo "alguien para un largo plazo". Eso sí, esa persona debe ser "una persona buena, liberal y con sus buenos ideales". Unos requisitos que parecía cumplir su cita.

Por su parte, Teresa, con veinte años y también de Madrid, llegó algo más nerviosa a su cita. No obstante, con el paso del tiempo la química acabó con esos nervios del principio y se mostraron ambas muy cómodas. Hasta que empezaron a encontrar cosas en común.

Teresa First Dates

Las comensales suben la temperatura del restaurante 

Las dos se describieron de formas muy similares. Ambas destacaban el arte como forma de vida. "Mi lado pasional le gustaría dedicarse a la música", confesaba la auxiliar de enfermería, algo que también señalaba Amaia. "Mi sueño es triunfar en la música o en la escritura", reconocía esta.

"Me encantaría triunfar solo por aquellas personas que no confiaban en mi vean que sí que valgo", señalaba Amaia en relación a su objetivo de tener éxito dentro del arte. Y después de esta conversación tan común pasaron a temas mucho más íntimos.

La temperatura subió en el comedor y tuvieron que bajar los grados del aire acondicionado. La conversación cogió unas riendas más sexuales y calientes. A Teresa le preguntaron sobre su talento sexual. Después de un rato pensando, contestó la joven ante la atenta mirada de Amaia “no sé si tengo talento sexual como tal", señalaba la auxiliar de enfermería mientras la artista le respondía, entre risas, que "me gusta el guarreo".