Carlos Marín, Il Divo, falleció el pasado 19 diciembre en un hospital de Manchester a causa de las complicaciones derivadas de la Covid. Quien peor lo está pasando con su pérdida es Geraldine Larrosa, el amor de su vida. La pareja se dio una segunda oportunidad durante el confinamiento, pues se divorciaron en 2009 tras una relación de 19 años. No obstante, siempre mantuvieron el contacto y les hubiese gustado volverse a casar en Disneyland París.
Geraldine aún no puede hablar de Carlos sin que se le salten las lágrimas. "Se me saltan las lágrimas cada vez que me preguntan... voy poco a poco, pero bueno", confiesa. La cantante ha reaparecido en la inauguración de una tienda en la capital y ha contado qué es lo que más recuerda del gran amor de su vida: "Todo, su carisma, para mí Carlos era todo, la alegría, él se reía mucho, era muy alegre, era muy gracioso y era una persona muy buena y muy bondadoso. Seguiré hablando de él porque era el amor de mi vida”.

Carlos Marín era una persona única
"Tengo muchos recuerdos con él, una amistad y un amor muy grande, admiración, es todo, echo de menos lo bien que nos lo pasábamos, cómo nos reíamos. Hay un vídeo clip muy bonito que ese día es que no podía grabar porque me reía tanto... por cualquier cosa nos reíamos, en ese vídeo se ve perfectamente la complicidad que teníamos Carlos y yo durante estos 30 años de compañerismo", añade, explicando que además de su amor y su compañero, el barítono fue su "maestro de todo, de la voz, de la vida y de todo".
No ha perdido el contacto con la familia de Carlos. "Está destrozada, qué te voy a contar... está cada vez más negro", revela. Pero no guarda relación con los miembros de Il Divo. "No estoy molesta, ellos hacen su vida, su carrera y yo hago la mía. Ellos hacen su camino y yo haré el mío. No hay relación”. Se encuentra sorprendida por como de rápido han sustituido a Carlos. La nueva voz no va a reemplazar nunca a Il Divo, era único.
Ahora mismo reconoce que no piensa en volverse a enamorar. Las puertas de su corazón están cerradas. "Enamorarme no. Yo ahora mismo estoy enamorada de mi hija y de la vida que es lo que hay que seguir porque me ha tocado estar aquí, será por algo, seguramente para seguir con el legado de Carlos Marín que ha luchado por mí, por Innocence, hasta el final".