La idolatría por el cuerpo ha llevado a la creación de diferentes dietas y modelos alimenticios, que a la larga perjudican la salud. La realeza no está exenta de caer en la tentación de las dietas, sobre todo por la imagen que deben mantener sus miembros. El príncipe Harry se preparó para su boda con Meghan Markle con una dieta que es considerada una de las menos sanas de todas, ya que incluye suplementos nutritivos con efectos adelgazantes.
Esta dieta de suplementos nutritivos con efectos adelgazantes apunta a optimizar el metabolismo y regular los niveles de azúcar en la sangre. Los suplementos nutricionales no sustituyen, sino que complementan ciertas carencias en una dieta supervisada por un profesional, y es muy importante acompañarla con entrenamiento físico diario. El príncipe Harry contrató los servicios de Gabriela Peacock, una londinense de 39 años, que tras trabajar como modelo se dedica a crear los planes de alimentación para lograr un estado saludable y una piel radiante.
“Creo en el equilibrio. No creo que tengamos que ser restrictivos durante todo el año. Quien diga que no se divierte, está mintiendo”, dijo la experta en nutrición quien diseña un régimen personalizado para cada paciente y maneja una dieta 4:3, que consiste en tres días de ayuno, tres días normales y un día libre para comer de todo. La dieta de Gabriela Peacock, que siguió el príncipe Harry antes de su boda, promete bajar de peso rápidamente.
Antes de conocer a Meghan Markle, el hijo de Diana de Gales tenía gustos culinarios “menos sanos”, pero la exactriz lo indujo a comer alimentos como la quinoa o la col rosada, entre otros, que proporcionan saciedad y muchas vitaminas al organismo. Para la duquesa de Sussex siempre ha sido muy importante la alimentación y los deportes, de hecho, es vegana y entrena a diario. La esposa de Harry mantiene una dieta estilo Royalty basada sobre todo en el consumo de frutas y verduras, proteínas de alta calidad, así como frutos secos y semillas. Aunque también se da pequeños gustos de vez en cuando como una copa de vino, un plato de pasta o un postre.
Además de la dieta de suplementos nutritivos, el príncipe Harry también cambió algunos hábitos como por ejemplo, dejó de fumar y redujo al mínimo el consumo de alcohol. Pero también comenzó a entrenarse diariamente y contrató un entrenador personal para que lo ayude en su rutina de ejercicios, aunque físicamente el príncipe se mantiene bastante bien porque durante 10 años fue soldado profesional de las Fuerzas Armadas Británicas.
No obstante, algunos medios locales han reseñado que desde que el príncipe Harry y Megan Markle se mudaron a Estados Unidos, el duque de Sussex ha sucumbido ante la tentación de la franquicia In-N-Out, donde lo han visto varias veces comprando hamburguesas y papitas. Asimismo, después que viajó a Disney World, se convirtió en fan del tocino crujiente, que consume alguna que otra vez. Además, Harry tiene un gusto especial por las barras de nanaimo, tradicionales de Canadá, que se consiguen en toda Norteamérica, así que posiblemente también tenga un dulce capricho de vez en cuando.