Alexia Putellas es la mejor jugadora de fútbol del mundo, y está en el Barça, como en su momento Leo Messi. Ahora es ella quien recoge los premios, y es que el fútbol femenino por fin tiene su reconocimiento. La catalana recibió la semana pasada su segundo Balón de Oro por segundo año consecutivo. Sus mérito la alaban. Ganó la liga con el Barça en la temporada 21/22 y llegó a la final de la Champions.
"Estoy muy feliz de volver a estar aquí. La verdad que cuando hace un año conseguimos ganar el primero me propuse yo misma intentar mejorar este año para ponerlo al servicio del equipo. Por supuesto verlo recompensado de esta manera me enorgullece. Sin duda sin mis compañeras esto no sería posible, unas estan aquí, otras en Barcelona, las aprecio muchísimo, es un privilegio ser su compañera. También al cuerpo técnico, al entrenador y las personas que me ayudan a mejorar día a día, que se comprometen conmigo misma para ayudarme a conseguirlo", empezó diciendo en castellano.
"Le doy las gracias al club, el presidente y todas las personas que trabajan en el club. Es un privilegio jugar en el Barça, todos saben que soy culé y ver lo que pasó en los dos partidos en el Camp Nou con toda la afición. Muchas gracias, gracias por confiar en mí y hacerme parte de este proyecto", comentó.
Alexia Putellas tuvo que despedirse de su padre a los 18 años, cuando su carrera era un éxito
Pero a quien realmente le está agradecida es a su padre. Él le inculcó el amor por el deporte. Su progenitor la llevó al campo de fútbol desde bien pequeña y disfrutaban juntos de los partidos. Sabía que aquella niña tenía un don especial e hizo todo lo posible para que su hija recibiese una oportunidad. Las lágrimas brotaron del rostro de la deportista cuando recordó a su padre.
Su familia la apuntó a fútbol y pronto empezó a competir. En todos los momentos importantes de su vida estuvieron su padre, su madre y su hermana. Todos los que la conocieron en la primera etapa profesional de su vida coinciden en que era alguien “especial”. Su primera entrenadora sabía que llegaría lejos. En casa hacían todo lo posible para que Alexia no faltara a ningún partido, pero tampoco descuidara sus estudios.
Primero llegó el Sabadell, las categorías juveniles del Espanyol y después las profesionales del mismo, y el Levante. Estos éxitos los vivió en su adolescencia, pero en el mejor momento de su carrera sufría una importante pérdida, la de su pilar básico, su padre. Con tan solo 18 años se despedía de su referente. Alexia Putellas encontró en el fútbol su salvación y se implicó aún más. No pensaba conformarse con poco.
La catalana dedicó su primer Balón de Oro a su padre. “Quiero dedicarle este momento a alguien que ha sido, es y siempre será por quien hago todo. Espero que estés muy orgulloso de tu hija, allí donde estés, esto es para ti, papá”. El segundo Balón de Oro se lo dedicó a su madre y a su hermana, las mujeres de su vida.